Por Dayron Chang Arranz
La reconocida Fundación Internacional por la preservación del patrimonio -World Monuments Watch- inserta por su riqueza histórica en su lista del 2016 a un conjunto de iglesias coloniales santiagueras. Las investigaciones para su preservación continúan en esta ciudad.
La reconocida Fundación Internacional por la preservación del patrimonio -World Monuments Watch- inserta por su riqueza histórica en su lista del 2016 a un conjunto de iglesias coloniales santiagueras. Las investigaciones para su preservación continúan en esta ciudad.
Santiago de Cuba, 20 dic.— Un conjunto
de doce iglesias coloniales de Santiago de Cuba y las poblaciones de su
entorno se insertan este 2016 al programa de conservación patrimonial
que promueve la Fundación Internacional World Monuments Fund. La lista
del 2016 reconoce otros 50 sitios de 36 países, en peligro y necesitados
de apoyo técnico-financiero para su restauración. Aun así, el equipo
multidisciplinario, destaca el valor histórico y artístico que poseen
estos antiguos edificios de la urbe con una arquitectura y tecnología
única de su tipo en el mundo.
José Andrés Salinas, arquitecto técnico en ejecución de obras, graduado en la Universidad de La Coruña en España con una maestría en Arte Sacro y Liturgia de la Universidad Europea de Roma forma parte de una comisión integrada además por arquitectos de la Universidad de Virginia, así como un profesor de resistencia de materiales y de consolidación de estructuras en monumentos históricos de la Universidad de Florencia.
Juntos, tras varios meses de estudios en aras de preparar el expediente, resaltan los diseños adaptados a la climatología tropical, así como la tecnología resistente al alto grado de sismicidad que alcanzan estos sitios. Andrés Salinas significó que dichas arquitecturas poseen técnicas constructivas con personalidad propia y están definidas además por ese diálogo constante con el paisaje y el entorno; características que justifican, según los expertos, la inclusión de los templos en la lista.
Incluirla, argumenta el también colaborador de la Santa Sede en el Vaticano, es denunciar su actual estado constructivo, alguna de ellas en peligro de derrumbe. La fundación internacional se encarga justamente de reconocer esos sitios con un alto valor histórico, arqueológico, monumental, artístico, paisajístico y cultural de todo el mundo. No obstante desde hace 20 años posee simultáneamente una organización en la cual detectan lugares únicos del planeta que están en deplorable estado constructivo ya sea por falta de mantenimiento, excesivo desarrollo de sus países o fenómenos naturales.
El hecho de que una organización reconozca este conjunto singular, el cual además está en riesgo facilita que el proyecto de restauración pueda ser presentado a gobiernos e instituciones, contribuye a su posible financiamiento y a la vez avala su relevancia como patrimonio, recalca el también hijo de emigrados españoles a América Latina.
Andres Salina argumenta que la cultura cubana, una de las últimas que la humanidad ha generado ese fruto de matrices simbólicas que pertenecen a pueblos muy diferentes. Para él la influencia española es importante pero también lo es la europea y más aún la africana. En esta última habría que tomar en cuenta que llegaron de diversas etnias y pueblos de este continente. También está la influencia autóctona indígena, que aunque era una población poco desarrollada ha dejado sus huellas junto a otras del arco de las Antillas llegadas de los pueblos de Mesoamérica.
“Es un proceso transcultural complejo que cristaliza en una cultura particular,” define Salinas apoyándose en sus estudios y lecturas del etnólogo Fernando Ortiz. Son características afortunadas que bien podrían encontrarse en ciudades como Santiago de Cuba por su climatología, luminosidad, belleza paisajística y su talante aún más singular.
Todo ello se refleja en el universo artístico, particularmente en las iglesias. La investigación es lo que hoy ocupa al equipo de arquitectos y los adentra en esas épocas diversas.
La Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, Santa Lucia, Santo Tomás, Nuestra Señora de la Dolores, San Francisco, El Cristo de la Salud, así como San Luis Obispo en el Poblado Caney, Santiago Apóstol en El Cobre, Santo Cristo y San José y San Rafael en Cayo Granma, son algunas de las iglesias que reconoce la lista construidas desde inicios del siglo XVI hasta las postrimerías del siglo XIX.
Para más de 600 sitios de noventa países, la inserción en la lista de la World Monuments Found ha significado su única posibilidad de supervivencia. Entre ellos se incluyen los templos de Angkor en Camboya, varios sitios en la Isla de Pascua en Chile, la antigua ciudad de Luxor en Egipto, el acueducto de Segovia en España, la antigua ciudad maya de El Naranjo en Guatemala entre otros.
Igual significado posee para templos santiagueros como el de Nuestra Señora del Carmen donde reposa el padre de la música de concierto en Cuba Esteban Salas o para la Santísima Trinidad donde se custodia la primera pintura realizada por un cubano. Salvar ese inigualable paisaje cultural es menester de los cubanos, pero también de la humanidad.
José Andrés Salinas, arquitecto técnico en ejecución de obras, graduado en la Universidad de La Coruña en España con una maestría en Arte Sacro y Liturgia de la Universidad Europea de Roma forma parte de una comisión integrada además por arquitectos de la Universidad de Virginia, así como un profesor de resistencia de materiales y de consolidación de estructuras en monumentos históricos de la Universidad de Florencia.
Juntos, tras varios meses de estudios en aras de preparar el expediente, resaltan los diseños adaptados a la climatología tropical, así como la tecnología resistente al alto grado de sismicidad que alcanzan estos sitios. Andrés Salinas significó que dichas arquitecturas poseen técnicas constructivas con personalidad propia y están definidas además por ese diálogo constante con el paisaje y el entorno; características que justifican, según los expertos, la inclusión de los templos en la lista.
Incluirla, argumenta el también colaborador de la Santa Sede en el Vaticano, es denunciar su actual estado constructivo, alguna de ellas en peligro de derrumbe. La fundación internacional se encarga justamente de reconocer esos sitios con un alto valor histórico, arqueológico, monumental, artístico, paisajístico y cultural de todo el mundo. No obstante desde hace 20 años posee simultáneamente una organización en la cual detectan lugares únicos del planeta que están en deplorable estado constructivo ya sea por falta de mantenimiento, excesivo desarrollo de sus países o fenómenos naturales.
El hecho de que una organización reconozca este conjunto singular, el cual además está en riesgo facilita que el proyecto de restauración pueda ser presentado a gobiernos e instituciones, contribuye a su posible financiamiento y a la vez avala su relevancia como patrimonio, recalca el también hijo de emigrados españoles a América Latina.
Andres Salina argumenta que la cultura cubana, una de las últimas que la humanidad ha generado ese fruto de matrices simbólicas que pertenecen a pueblos muy diferentes. Para él la influencia española es importante pero también lo es la europea y más aún la africana. En esta última habría que tomar en cuenta que llegaron de diversas etnias y pueblos de este continente. También está la influencia autóctona indígena, que aunque era una población poco desarrollada ha dejado sus huellas junto a otras del arco de las Antillas llegadas de los pueblos de Mesoamérica.
“Es un proceso transcultural complejo que cristaliza en una cultura particular,” define Salinas apoyándose en sus estudios y lecturas del etnólogo Fernando Ortiz. Son características afortunadas que bien podrían encontrarse en ciudades como Santiago de Cuba por su climatología, luminosidad, belleza paisajística y su talante aún más singular.
Todo ello se refleja en el universo artístico, particularmente en las iglesias. La investigación es lo que hoy ocupa al equipo de arquitectos y los adentra en esas épocas diversas.
La Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, Santa Lucia, Santo Tomás, Nuestra Señora de la Dolores, San Francisco, El Cristo de la Salud, así como San Luis Obispo en el Poblado Caney, Santiago Apóstol en El Cobre, Santo Cristo y San José y San Rafael en Cayo Granma, son algunas de las iglesias que reconoce la lista construidas desde inicios del siglo XVI hasta las postrimerías del siglo XIX.
Para más de 600 sitios de noventa países, la inserción en la lista de la World Monuments Found ha significado su única posibilidad de supervivencia. Entre ellos se incluyen los templos de Angkor en Camboya, varios sitios en la Isla de Pascua en Chile, la antigua ciudad de Luxor en Egipto, el acueducto de Segovia en España, la antigua ciudad maya de El Naranjo en Guatemala entre otros.
Igual significado posee para templos santiagueros como el de Nuestra Señora del Carmen donde reposa el padre de la música de concierto en Cuba Esteban Salas o para la Santísima Trinidad donde se custodia la primera pintura realizada por un cubano. Salvar ese inigualable paisaje cultural es menester de los cubanos, pero también de la humanidad.
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