Plaza de la revolución

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jueves, 30 de enero de 2014

Casa Natal José María Heredia: "museo"

Por Coral Vázquez Peña
 
"Donde son más altas las palmas en Cuba nació Heredia: en la infatigable Santiago". Así calificó José Martí, el Héroe Nacional, a José María Heredia, el Primer Poeta Romántico de América, escritor que para orgullo santiaguero, nació en esta sur oriental ciudad.
No obstante, y contrario a lo que muchos piensan y desean, el hogar donde vio la luz el emblemático artista no constituye un museo, pues no posee objetos vinculados directamente a la vida y obra del artista, según asegura a este medio Laritza Martínez Díaz de Villalvilla, especialista principal de la institución.

Sin embargo, agrega Díaz, se atesoran singulares exponentes, entre ellos muebles que datan de principios del siglo XIX, propios del estilo imperio criollo, hasta otros más modernos, ubicados dentro del estilo renacimiento español de principios del siglo XX.

También dentro de las artes decorativas destaca la fina cristalería y porcelanas italiana, alemana y francesa, objetos que en algunos casos han sido donados. Igualmente el visitante puede observar lámparas y candelabros fabricados en bronce, y algunas piezas halladas en búsquedas arqueológicas, los que actualmente se encuentran en exposición.

Agregó la investigadora que existe allí una rica iconografía de la figura del Cantor del Niágara, entre ellas piezas de renombrados artistas como José Uranio Carbó, Justo Orozco Luvín, José Bofill Cayol y Juan Emilio Hernández Giro, entre otros.

La Casa Natal de José María Heredia, ubicada en la calle del mismo nombre, con el número 260, entre Pío Rosado y Hartman, es una de las edificaciones más antiguas de la ciudad, con marcadas características de la arquitectura colonial, con una sólida actividad de promoción y divulgación cultural.

Allí se pueden encontrar valiosos datos de la vida y la obra del cantor del autor del Himno del Desterrado, los especialistas habitualmente atienden los círculos de interés de las escuelas de la localidad, se ofrecen recorridos a los visitantes a través de las tres salas expositivas además de charlas y conferencias.

Los martes y jueves son los días reservados para los talleres literarios, entre ellos De la Ciudad, el Provincial José Manuel Poveda y el Taller Heredia. Todos tienen como objetivos establecer las bases para la creación literaria,  la formación de nuevos talentos en la localidad y la preparación de proyectos editoriales.

Como es habitual, del siete al diecinueve de mayo, la institución acoge la jornada "Fulgor de Mayo", que recuerda la vida y obra del escritor santiaguero José María
Heredia. Se incluyen conferencias magistrales, premiación de concursos de poesía y pintura, talleres de intercambios y lecturas de textos.

Además todos los años, el día 30 de diciembre, víspera del aniversario del natalicio de José María Heredia, el lugar donde vio la luz este importante creador acoge una gala cultural. Muy apreciada por todos y con una gran concurrencia de santiagueros y foráneos, la casa se viste de lujo para junto a poetas y el talento artístico de la ciudad esperar el 31 de diciembre.

Pocas personalidades como lo hizo el Héroe nacional de Cuba, José Martí, pudieron describir con exactitud el alcance de la obra de Heredia. De él dijo: "El primer poeta de América es Heredia. Solo él ha puesto en sus versos la sublimidad, pompa, y fuego de su naturaleza. Él es volcánico como sus entrañas y sereno como sus alturas."

Guardafronteras realizan esfuerzos conjuntos para la protección de la fauna marina

Por Israel Hernández Planas
 
Las Tropas Guardafronteras tienen entre sus principales misiones la custodia de las aguas nacionales y nuestros límites territoriales de la penetración de drogas o entradas y salidas ilegales del país. Sin embargo una arista de su perfil profesional radica en la protección de la fauna marina acción que ejecutan gracias a la colaboración de otras entidades. Intentan mantener despejada las áreas donde habitan o circulan  varias especies marinas importantes para los ecosistemas.

Por ello al  llegar a cualquier unidad de Tropas Guardafronteras  por lo general sus combatientes se encuentran siempre en constante actividad pese a la tranquilidad que circunda sus puntos de vigilancia.

Basta localizar con binoculares la zona de patrullaje y se divisará a los guardafronteras escudriñando celosamente cada metro de costa. Mientras  su búsqueda  sobre los dientes de perros avanza, desde lo alto, en puntos de observación,  otros vigilan hasta unas dos millas náuticas, en el gran azul. Suelen ser jornadas apacibles, sin nada interesante que observar para una persona común y corriente. Pero para los  avezados ojos de los vigilantes cada ola que llega a la costa, las rocas y los salientes son sitios potenciales para el recalo de drogas o para el avistamiento de pescadores que puedan incurrir en capturas ilegales de peces y quelonios.

Así lo explica el Teniente Yunier Aguilera Ávila, oficial del  Punto de Tropas Guardafronteras de la localidad de Sigua, en el parque Baconao. "Usted puede que no distinga nada a simple vista. Pero nunca será suficiente conformarse con que es rutina habitual ver pasar un bote. Hay que profundizar en las actividades de esa embarcación o en la de un buzo que emerge en determinado punto de la costa. Sólo así puede detectar cuando se está cometiendo una ilegalidad", explica el joven guardafrontera.

Pescar no es malo. Ha sido un medio de subsistencia durante siglos. Pero la  captura de especies en peligro de extinción  que luego serán comercializadas en el mercado ilegales un punto ha ido demarcándose como una actividad creciente. La  explotación ilegal y desordenada de las especies marinas ha hecho que este cuerpo perteneciente al Ministerio del Interior  junte sus esfuerzos con organismos como la Empresa Provincial de Protección de la Flora y la  fauna y el Ministerio de la Industria Alimentaria para  la protección de las especies marinas que habitan o se desplazan por las aguas territoriales de Santiago de Cuba.

"Hemos presentando un aumento en la captura de los quelonios  como la caguama, el tinglado y el carey. Estas tortugas se van haciendo cada día más de difícil avistamiento porque es que entran a poner sus huevos pero ahí mismo las capturan, de modo que hemos centrado los esfuerzos en ese sentido. Ponemos mayor énfasis en los pescadores submarinos por lo que hacemos visitas sorpresivas a los botes que se encuentran en las áreas clasificadas como de interés  para así poder ver que especies es la que han capturado", plantea Naomi Rodríguez de la Guardia,  Oficial Inspectora de Pesca perteneciente al Ministerio de la Industria Pesquera.

La captura con artes de pesca masivos como trasmallos que atentan incluso contra los especímenes de talla mínima es otro de los problemas que enfrentan a diario guardafronteras e inspectores.

A esto sumamos la lucha contra el mayor flagelo en el mundo criminal. Aunque los recalos de drogas son interceptados en su totalidad no es tarea fácil distinguir paquetes pequeños entre la inmensidad del mar o en las costas accidentadas. Sin embargo el punto de guardafronteras de Sigua, al igual que el resto en territorio santiaguero,  se encuentra bien preparado para ante las contingencias de penetración o avistamiento de drogas impedir su paso por territorio cubano. Habilidades que tienen desde los más experimentados hasta los que recién ingresaron al punto.

"Es gratificante asegurar una paca de droga y que no transite por nuestro territorio. El año pasado tuvimos la oportunidad de asegurar dos pacas, una de ellas en alta mar que es una experiencia un poco más compleja. Aguzamos los sentidos creo que más que otras personas que tienen otras ocupaciones. Podemos distinguir un motor en medio del sonido del mar o ver que es aquello que flota  entre las olas, es algo que me llena de mucho orgullo", dice el joven recluta Leudis Mendoza Arriete, guardafrontera del Punto TGF Sigua.

De modo que el constante vaivén  de las olas y lo apacible de los puntos de  Tropas Guardafronteras son elementos  que para los militares que lo habitan pasan de largo. Tan sólo les toca observar atentamente el  gran azul y realizar una y otra vez los trayectos de patrulla,  para que ni las drogas, ni los pescadores furtivos se regodeen en la impunidad.