Plaza de la revolución

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miércoles, 28 de mayo de 2014

Combate del Uvero, significativo combate del Ejército Rebelde


Por Armando Fernández Martí
 
Hace 57 años, a las seis y quince minutos de la madrugada del 28 de mayo de 1957 a la orden del Comandante en Jefe Fidel Castro y todavía entre las sombras de la noche, se iniciaba uno de los más importantes combates librados por el Ejército Rebelde en la Sierra Maestra: el de la toma del cuartel de Uvero, localidad situada hoy en el actual municipio santiaguero de Guamá.

Ya a estas alturas, después de más de casi seis meses de existencia de la guerrilla, el Ejército Rebelde había librado otros combates en el sur de la Sierra Maestra, como los de La Plata, Arroyo del Infierno, Altos de Caracas y Alto de Espinosa.
Sin embargo, el combate de Uvero —a decir del Che—, fue el que marcó la mayoría de edad del Ejército Rebelde, en primer lugar, porque acrecentó la moral de aquella pequeña tropa y en segundo, porque ninguna de las otras acciones habían logrado la conmoción que esta victoria que obligó al régimen tiránico a cambiar su estrategia, pasando de la tenencia de pequeños cuarteles en la Sierra Maestra a la de grandes concentraciones de tropas con sus ventajas y desventajas para la guerrilla.

El de Uvero fue un combate duro y uno de los más sangrientos llevado cabo por la guerrilla en la Sierra Maestra. Tuvo una duración de dos horas y cuarenta y cinco minutos y en él tomaron parte unos 120 rebeldes y 53 soldados asentados en ese cuartel.

Se combatió duramente por ambos bandos y el saldo final fue de siete guerrilleros muertos y ocho heridos, mientras que el Ejército tuvo 11 muertos, 19 heridos y 16 prisioneros.

La guerrilla obtuvo en este combate numerosas armas y más de 6 mil proyectiles, así como otros avituallamientos de importancia, que contribuirían a mejorar la situación del Ejército Rebelde.

El Combate del Uvero demostró una vez más que la victoria siempre está de parte de los que luchan por la justicia y en ese sentido, el Comandante en Jefe Fidel Castro expresó en uno de sus aniversarios: "Cuando aprendimos a quitarle las armas al enemigo, habíamos aprendido a hacer la guerra, habíamos aprendido a ser invencibles, ¡habíamos aprendido a vencer!”.

Floro Vistel Somodevilla: Un mártir de la Ciudad Héroe


FLORO VISTELPor Noris  Rosado Figueredo

 Son muchos hijos de esta Ciudad Héroe los que dieron sus vidas por la Revolución, para ver libre a su Patria. Son muchos los que escribieron páginas de glorias, y entre esos hijos de Santiago de cuba, está Floro Emilio Vistel Somodevilla, nacido un 28 de mayo de 1934.
Floro perteneció a la generación de jóvenes del Movimiento 26 de Julio, junto a los hermanos Frank y Josué País. Muy temprano se vio obligado a abandonar los estudios y fue a trabajar junto a su padre, debido a la situación económica de la familia.

Participó en el levantamiento armado de Santiago de Cuba, el 30 de noviembre de 1956, en apoyo  al desembarco de los expedicionarios del Yate Granma, previsto para ese día, pero que por dificultades en la travesía desde México hacia Cuba, se frustró la acción.

Fue apresado y llevado a la cárcel de Boniato, y juzgado en la causa 67, de la cual fue absuelto y puesto en libertad en mayo del año 1957.

Floro continuó su actuar y cumplió con las tareas asignadas por el Movimiento Clandestino 26 de Julio. Una de las acciones en que participó fue en el sabotaje al mítin politiquero que la tiranía de Batista celebraba en el Parque Céspedes.

Cuando los esbirros de la tiranía lo sorprenden, Floro Vistel trata de huir, junto a Josué País García y Salvador Pascual Salcedo.

En desigual combate los tres jóvenes caen valientemente, el 30 de junio de 1957, en el lugar conocido como la línea del tren, en la intersección del Paseo de Martí y la Avenida Jesús Menéndez en su Santiago querido. Floro Vistel Somodevilla, sólo tenía 23 años.

Cada 30 de junio a este sitio acude el pueblo a depositar ofrendas florales y rendirle homenaje a estos hijos de la Patria.