Santiago de Cuba, 9 ago.— La provincia de Santiago de Cuba está lista para en breve dar inicio oficialmente a la cosecha cafetalera 2017-2018, que esta vez tiene como principal pretensión igualar los resultados productivos de la anterior recolección.
Durante los preparativos, se tuvo en
cuanto el enfrentamiento a la broca como plaga para el cafeto, la
siembra en viveros, el manejo del cultivo y la recuperación de áreas,
así como otras tareas importantes en la etapa, como la atención a las
despulpadoras y la técnica para la contienda.
Hasta la fecha se han llevado a cabo los cálculos para las contrataciones, yendo planta por planta, en aras de obtener acertados estimados que se correspondan con la recogida.
Esta provincia, la mayor productora del grano en el país, debe mostrar cómo pudo crecer un cuatro por ciento con relación a la cosecha 2015–2016, en la cual aportó un sustancial acopio del grano a la nación.
Asimismo, deberá insistirse en el ahorro de recursos de los caficultores y cómo llegar a la distribución de los costos con una mayor organización en el trabajo, indicadores que deberán mantenerse desde el inicio de la campaña.
A la vez, se hará énfasis en la calidad de la recogida, que continúa con la política de que se acopie con la propia fuerza de cada localidad.
Expertos en el cultivo del café señalan la siembra de miles de hectáreas y la rehabilitación de otras tantas, como parte de un plan que pretende para el 2018, recoger un estimado de 1800 toneladas.
Hasta la fecha se han llevado a cabo los cálculos para las contrataciones, yendo planta por planta, en aras de obtener acertados estimados que se correspondan con la recogida.
Esta provincia, la mayor productora del grano en el país, debe mostrar cómo pudo crecer un cuatro por ciento con relación a la cosecha 2015–2016, en la cual aportó un sustancial acopio del grano a la nación.
Asimismo, deberá insistirse en el ahorro de recursos de los caficultores y cómo llegar a la distribución de los costos con una mayor organización en el trabajo, indicadores que deberán mantenerse desde el inicio de la campaña.
A la vez, se hará énfasis en la calidad de la recogida, que continúa con la política de que se acopie con la propia fuerza de cada localidad.
Expertos en el cultivo del café señalan la siembra de miles de hectáreas y la rehabilitación de otras tantas, como parte de un plan que pretende para el 2018, recoger un estimado de 1800 toneladas.