Plaza de la revolución

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domingo, 24 de febrero de 2019

Softbolistas santiagueras vencieron a monarcas pero no avanzaron

Por José Raúl Castillo Argüelles

Santiago de Cuba, 24 feb.— Santiago de Cuba terminó con saldo parejo de un triunfo y una derrota la jornada de este sábado correspondiente al Campeonato Nacional Femenino de Softbol que se juega en Villa Clara y se mantuvo en el penúltimo peldaño de la tabla de posiciones, fuera de la zona de clasificación que ocupan los elencos de Granma, Villa Clara, Holguín y Guantánamo, por ese orden.

En el primer turno las indómitas cedieron ante la representación holguinera con pizarra de 5 carreras por 3 con crédito individual para la serpentinera Saray Góngora y revés a la cuenta de Lixania Meléndez.

Después de este tropiezo las santiagueras suscribieron la sorpresa de la fecha al apuntarse su segundo triunfo sobre las monarcas defensoras de Villa Clara, esta vez con marcador de 2 anotaciones por 1 en ocho entradas; Yamelky Guevara, ganadora en ambas ocasiones, fue protagonista principal del desenlace. Cargó con el fracaso Anisley López, quien en juego previo doblegó a La Habana 3 carreras por 1 y llegó a seis triunfos que la sitúan a la cabeza de ese departamento. Anisley también acumula 47 ponches propinados y ejerce el liderazgo en esa otra casilla.

El conjunto de Granma trepó de nuevo a la cima al conquistar sendas victorias a costa de Guantánamo (8 x 1) y La Habana (4 x 3, regla IBAF en nueve entradas). Resultaron ganadoras Yilian Tornés y Elen Ocaña, en tanto fracasaron Sarelys Martínez y Bettileidis Prieto.

En el otro desenlace de la fecha Guantánamo se apuntó el éxito ante Holguín 4 carreras por 2 con Marlen Bubaire en el box y cuadrangular de Elizabeth Robert. Sufrió el tropiezo Yelena Generoso.

Posiciones: Granma 9-2 (uno sellado) / Villa Clara 9-3 / Holguín 6-6 / Guantánamo 5-6 (uno sellado) / Santiago de Cuba 5-7 / La Habana 1-11.

Juegos de hoy: Villa Clara-Granma, Villa Clara-Guantánamo, Santiago de Cuba-Guantánamo, Santiago de Cuba-La Habana, Holguín-La Habana y Holguín-Granma.

Fiscales santiagueros asumen responsabilidad respecto al contenido de nueva Carta Magna

Por Adis López González

Santiago de Cuba, 24 feb.— A los fiscales corresponde velar por el control de la legalidad y el ejercicio de la acción penal pública en representación del Estado. Institución sumamente comprometida con el bienestar del pueblo, la Fiscalía Provincial de Santiago de Cuba, posee la satisfacción de concluir el año 2018 con el ciento porciento de respuestas personales y una importante estabilidad laboral.

Al conversar con Maritza Paredes Pera, Fiscal Jefa en la provincia, afirmaba que para los fiscales santiagueros, marcó una pauta, la Rendición de Cuentas que hizo la Fiscalía General de la República en la Asamblea Nacional del Poder Popular, hace dos años, “sobre la base de esas recomendaciones se ha venido trabajando, fundamentalmente, y es el trabajo que hoy hemos estado evaluando, o sea, el resultado del año 2018, y nos hemos centrado, fundamentalmente, en el perfeccionamiento de la actuación del Fiscal en los procesos fiscales y en la calidad de la atención a la población, como pilares fundamentales de nuestro trabajo.

Yamila Peña Ojeda, Fiscal General de la República de Cuba, abundaba en el tema y decía que “hemos debatido con mucha profundidad todo lo que hemos hecho, pero con mucha objetividad lo que nos falta. A partir de que, precisamente, nuestra actuación como servidores públicos tiene un impacto en el pueblo santiaguero, y en el pueblo de Cuba de manera general. Por lo tanto, es muy importante que todo el proceso que hemos desarrollado en la provincia, ha estado dirigido a ver cuánto más podemos hacer porque la calidad y la eficiencia de nuestro trabajo tribute en esa misión constitucional”.

El nuevo texto constitucional atribuye alta responsabilidad a los fiscales, al preguntarle al respecto explicó: “se mantiene esa misión de nuestro órgano, en primer lugar con el control de la investigación penal, el ejercicio de la acción penal y pública y eso tributa de alguna manera con algo que se trabaja con mucha fuerza en la Constitución y tiene que ver con las garantías de los ciudadanos, con ese debido proceso, tanto en lo penal, como también en los temas administrativos, que han sido temas que en sus propios programas, los fiscales han estado abordando”.

Se reconoce la labor destacada para mantener la estabilidad de los indicadores de las especialidades que se desempeñaron y de los colectivos Destacado y Vanguardia, respectivamente.

El compromiso de los fiscales cubanos es reforzar las garantías constitucionales de los ciudadanos.

Como lo soñó Martí

Por Rosalina Tamayo Arañó

Palma Soriano, Santiago de Cuba, 24 feb.— Toda la historia que encierra la fecha del 24 de febrero, es bien conocida por los cubanos. Desde niños, aprendemos a venerar a los que se fueron de nuevo a la manigua, en 1895, para hacer de Cuba, una nación independiente.

No por casualidad entonces, por más de un siglo, se ha escogido esta fecha para remarcar nuevos acontecimientos, como ha sido con la fundación de Radio Rebelde, la aprobación de una nueva Constitución en 1976, entre otros hechos.

No por casualidad también se escoge el 24 de febrero, para refrendar un nuevo texto constitucional, que define una etapa de cambios y a la vez de continuidad. 

Que demos el Sí a la Constitución, este día de la patria, hace palpable la continuidad en el espíritu y la lealtad a los que dieron aquel grito de independencia o muerte.

El sí,  no solo por el homenaje, sino como compromiso, porque  asegura la soberanía, el derecho y la justicia, porque da al país la posibilidad de implementar nuevas leyes, de encausar los proyectos que den mayor estabilidad y progreso, porque esta ley primera, asegura el culto a la dignidad plena del hombre, como lo soñó Martí.

24 de febrero de 1895 se inició la guerra necesaria

Por Armando Fernández Martí

Santiago de Cuba, 24 feb.— El 24 de febrero de 1895 otra vez en Baire y una treintena sitios en la isla, se escuchó el grito de ¡Independencia o Muerte! Que enardeció los corazones patriotas. Nuevamente las caballerías levantaron el polvo de los caminos y la manigua redentora se abrió para acoger en ella a los mambises con los machetes erguidos en los brazos fuertes de negros y blancos, en una carga que sembraba el terror entre los soldados españoles.

Se acababa así el reposo turbulento de 17 años que los zanjoneros impusieron a la patria con su traición. Se reiniciaba así la Revolución, la única, la que en 1868 inició Caros Manuel de Céspedes en La Demajagua y que ahora José Martí hacía renacer bajo la dirección de un partido único y necesario, cuyo programa podía resumirse en una sola frase de su creador: “Con todos y para el bien de todos”

Muchos de los que se alzaron aquel 24 de febrero de 1895 no pudieron mantenerse de inmediato en la lucha, pero los que se quedaron, sobre todo en Oriente, abrieron las puertas del combate para que a la llegada de José Martí, Máximo Gómez y Antonio Maceo, ya no hubiera más treguas indignas, ni más zanjones, ni más traiciones, ni más derrota, para que siempre prevaleciera en el espíritu de todos los cubanos un solo principio, el de Baraguá, y una sola decisión contra los españoles: “No nos entendemos”

No hubo victoria entonces por la grosera intervención yanqui en la isla y la indignidad de España de no reconocer su derrota frente al Ejército Libertador y entregarle el poder a los Estados Unidos, por lo que fue necesario luchar decenas de años más y que se dieran otros gritos, como el del Moncada, el del Granma y el de la Sierra hasta la victoria definitiva de la única Revolución: la de Céspedes, Martí y Fidel.Por eso estamos aquí 124 años después del Grito de Baire, como si escucháramos en cada amanecer el clarín llamando al combate eterno por nuestra libertad, por nuestra soberanía, por nuestra independencia, para que los enemigos, sea el que sea, sepa que como dijo el Titán de Bronce: “Quien intente apoderarse de Cuba solo recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre si no perece en la lucha”Así somos hoy los cubanos porque lo aprendimos de la gloria que nos legaron nuestros antepasados.