Plaza de la revolución

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lunes, 4 de diciembre de 2017

Santiagueros rendirán hoy tributo a Fidel en peregrinación

Por Marlene Montoya/Foto Claudia González

Santiago de Cuba, 4 dic.— A la convocatoria de rendir tributo a Fidel en una peregrinación, justo al año de depositarse sus cenizas en el cementerio patrimonial Santa Ifigenia, acudirá hoy el pueblo de Santiago de Cuba, como es tradición en fechas de significación.

Será una manera de demostrar respeto, amor y gratitud al  líder histórico, quien siempre llevó en su corazón esta tierra y tantas veces destacó las virtudes de sus hijos, como lo hizo el primero de enero de 1959 en el ayuntamiento: “…Santiago ha sido el baluarte más firme de la Revolución”.
 
En la masiva marcha participará la juventud y se hará acompañar de trabajadores, combatientes de la Revolución, cederistas, federadas, en fin de todos aquellos que con seguridad acudirán a brindarle el merecido homenaje, como ocurrió este día del 2016, con tristeza y lágrimas.

Por la avenida Patria, que enlaza la Plaza de la Revolución Mayor Antonio Maceo con la necrópolis, transitarán unidos santiagueras y santiagueros.
 
Mucho saben del valor de las peregrinaciones desde aquella que acompañó el cadáver del joven combatiente Frank País García, el 30 de julio de 1957 en pleno desafío a la dictadura, hasta el lugar de reposo definitivo cuando fue asesinado con solo 22 años.
 
Ese día, devenido luego del triunfo en jornada para honrar a los mártires de la Revolución, acuden en marcha hasta el cementerio Santa Ifigenia, al compás de piezas patrióticas, así llueva o castigue fuerte el sol.
 
Ese es el Santiago que conoció Fidel, quien en 1984 en la entrega del Título Honorífico de Ciudad Héroe y la Orden Antonio Maceo expresó: “Tú nos acompañaste en los días más difíciles, aquí tuvimos nuestro Moncada, nuestro 30 de Noviembre, nuestro Primero de Enero.  A ti te honramos especialmente hoy (…)”.
 
Ahora toca a este pueblo honrarlo en peregrinación hasta donde descansa en primera línea, junto a otros cubanos forjadores de la Patria: Carlos Manuel de Céspedes, José Martí y Mariana Grajales, quienes tanto inspiraron su lucha.

Santiagueros recuerdan a Fidel en velada cultural de tributo

Por Leydis Tassé Magaña/Foto Marcelino Vázquez Hernández

Santiago de Cuba, 4 dic.— Con la presencia de José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Miguel Díaz-Canel Bermúdez, miembro del Buró Político del Partido y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, los santiagueros rindieron tributo al líder de la Revolución, Fidel Castro Ruz.

En la velada cultural de homenaje que aconteció en el Complejo Cultural Heredia, en esta urbe, participaron más de dos mil invitados en representación del pueblo santiaguero, quienes recordaron al Comandante en Jefe en el primer aniversario de su partida física.

Talento y sentimiento confluyeron en una entrega cultural protagonizada por consagrados y noveles artistas locales y de otras provincias, que pusieron de relieve el profundo cariño y admiración de los creadores e intelectuales cubanos por Fidel, quien siempre prestó especial interés al bienestar espiritual de su pueblo.

Bajo la dirección artística del Maestro Pepe Ordás, la velada hizo un recorrido por momentos significativos de la vida revolucionaria del Comandante en Jefe, que fue recordado a través de la música en varias de sus manifestaciones, de la poesía y la danza.

Evocadora fue la presentación del pianista Frank Fernández, quien estuvo acompañado por una gran orquesta dirigida por el Maestro Enrique Pérez Mesa e integrada por la Orquesta Sinfónica Nacional y, de esta urbe, músicos de la Orquesta Sinfónica de Oriente, de la Orquesta Sinfónica Juvenil del Conservatorio Esteban Salas y de la Banda de Conciertos.

Canciones que se han convertido en himnos de perpetuo tributo al Comandante, entre ellas Cabalgando con Fidel, de la autoría de Raúl Torres, y Laureles y Olivos, su más reciente composición dedicada al líder, estremecieron al auditorio en el Teatro Heredia.

La voz angelical y enérgica de Annie Garcés, junto a Eduardo Sosa y Raúl Torres en Cabalgando con Fidel, retumbó en el “Heredia”, donde brillaron además los saxofonistas César López y Evaristo Denis, el Quinteto Rebelde, el Septeto Santiaguero, el Conjunto Folclórico de Oriente, Danza Contemporánea, el Orfeón Santiago y el coro Madrigalista.

Emocionó el lirismo patriótico en las voces de Fátima Patterson, Premio Nacional de Teatro 2017, y de la destacada actriz Corina Mestre, quien declamó el poema Marcha triunfal del Ejército Rebelde, de Jesús Orta Ruiz,  cronista en versos de momentos trascendentales de la Revolución.

Otros artistas muy queridos por el pueblo cubano como Kiki Corona, y los repentistas Héctor Gutiérrez y Aramís Padilla, que son parte de lo más valioso de la cultura nacional, emocionaron desde el escenario del coloso cultural santiaguero, donde sobresalió la presencia de jóvenes, símbolo de continuidad del legado político y humanista del Comandante.

Noche histórica en la Ciudad Héroe, donde se mostró el sentimiento infinito de los artistas y del pueblo de Cuba por quien consagró su vida a las causas más nobles y justas, para su país y para el mundo.  

Una cantata para eternizar a Fidel

Por Claudia González Catalán

Santiago de Cuba, 4 dic.— En el Cementerio Santa Ifigenia se ensaya desde que comenzó diciembre. La ceremonia de homenaje para el eterno Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, iniciará con la misma melodía que un año atrás lo acompañó hasta el monolito que lo abraza.

Por primera vez se escuchaba la cantata “Eterno Fidel” en el camposanto, pero la conmoción del momento permitió prolongar el anonimato de aquel tributo íntimo que le dedicaba el Teniente Coronel Ney Miguel Milanés Gálvez a Fidel:

“Cuando yo me entero –rememora Milanés- de la muerte de Fidel a las once de la noche, enseguida pensé: ¿qué música le toco a Fidel? y dije: él no puede ir con una marcha fúnebre simplemente; tiene que ser una música especial, hecha para él en esa ocación".
Nació como un arreglo para más de 70 músicos, escrito en una sola noche; quizás la noche más larga que vivió Cuba: “Cuando probé la música al día siguiente con la Gran Banda que estaba preparada para el acto por el 2 de diciembre, vi que algunos empezaron a llorar. Yo también empecé a conmoverme y dije esta es la música”.

Por más de tres décadas, el Teniente Coronel Milanés, ha dirigido la Banda de Música del Estado Mayor General de las FAR, pero nunca imaginó componer una despedida para Fidel.

Para cantarle al Comandante invicto, al amigo entrañable y al hombre magnánimo, debía encontrar los acordes precisos entre el lirismo y la fuerza, Milanés confiesa hoy que no fue sencillo:

“Por el propio carácter del Comandante en Jefe, debía darle el matiz de guerrero, pero también el de contribuir con la paz. Es por ello que hay momentos en que yo destaco algunos acordes para que sean estridentes, que sean fuertes y, a la vez, ese tono melodioso y sentimental que es lo que yo hago con la música”.

Este cuatro de diciembre, en el cementerio Santa Ifigenia, vuelve a entonarse desde la música aquella proclama: “Siempre estará vivo Fidel”.

Cruce de Maceo por la trocha Mariel a Majana

Por Armando Fernández Martí

Santiago de Cuba, 4 dic.— El 4 de diciembre de 1896, apenas tres días antes de su muerte en combate, el Lugarteniente General del Ejército Libertador, Antonio Maceo Grajales, protagonizó una de sus más notables hazañas durante la campaña de Occidente, al cruzar la fortificada trocha de Mariel a Majana, considerada por los españoles como inexpugnable.

Esa trocha, construida en uno de los territorios más estrechos de la isla, tenía una extensión de 30 kilómetros de largo con decenas de torreones, que se encontraban fuertemente custodiados por cientos de soldados colonialistas bien armados.

El General en Jefe Máximo Gómez Báez había pedido al Titán de Bronce que se trasladara hasta el territorio de Las Villas, con el objetivo de intercambiar criterios acerca de algunas desavenencias que el Generalísimo enfrentaba con el Consejo de Gobierno.

Maceo decidió acudir a ese llamado de Gómez a pesar de encontrarse en Pinar del Río donde los españoles mantenían una alta concentración de tropas, precisamente por la presencia del Titán de Bronce en esa provincia, la más occidental de la isla.

La trocha de Mariel a Majana sería el principal escollo a salvar por el General Antonio, lo que hizo la noche del 4 de diciembre de MIL 896, cruzando en un pequeño bote la bahía de Mariel por la boca del puerto bajo un torrencial aguacero y un fuerte oleaje, que impedía que el cruce se hiciera por un lugar menos peligroso.

Maceo era acompañado por un pequeño grupo de sus hombres por lo que la embarcación tuvo que realizar varios viajes, siendo el Titán de Bronce y otros tres compañeros los primeros en atravesar la bahía.

La entrevista entre el Generalísimo Máximo Gómez y el Lugarteniente Antonio Maceo Grajales no pudo efectuarse por la caída en combate del Titán de bronce el 7 de diciembre de MIL 896, pero el cruce la trocha de Mariel a Majana quedó escrita como una de sus más significativas hazañas.

Un país soñado por sus jóvenes

Por Claudia González Catalán

Santiago de Cuba, 4 dic.— Toda Cuba eligió a sus representantes en proceso que culminó este domingo con el resultado de las 1 100 circunscripciones de todo el país que decidieron su delegado en segunda vuelta.

Estudiantes y profesores de la Universidad de Oriente se integraron a las Elecciones Generales brindando asesoría. Una tarea de impacto que ya deja sus experiencias, según comentó la Dra.C. Martha Loyda Zaldívar Abad, joven profesora de la Facultad de Derecho y miembro del equipo de colaboradores electorales: “La participación de nuestros jóvenes en un proceso como este es signo del sentido de

pertenencia que tienen con el modelo sociopolítico de nuestro país. La universidad integrada participó masivamente desde las asambleas de nominación de candidatos, incluso en las afectadas por inclemencias meteorológicas, hasta las jornadas de votación. Así tuvieron la oportunidad de comprobar de manera directa cómo debe desarrollarse este proceso para dar continuidad a la Revolución”.

La masividad ha caracterizado los comicios en Cuba. Cerca de 8 millones 500 mil cubanos asisten a las urnas en cada convocatoria. La mayor parte de ellos, nació luego del triunfo de la Revolución: “Yo creo –comentó Martha Loyda- que la motivación nace de tener muy cerca y muy presente nuestra historia desde la familia, desde la enseñanza primaria. Muy tempranamente aprendimos como se

desarrollaban los procesos electorales antes del triunfo revolucionario, que distan mucho de los actuales, libres de fraude electoral, transparentes, seguros y decisivos para el futuro de nuestro país”.

El siglo XXI latinoamericano no conoce de debates por derechos electorales. Sin embargo, otros retos determinan el entramado político.

Los jóvenes de hoy exigen involucrarse en la determinación de las políticas públicas que los afectan como actores estratégicos de su desarrollo. Cuba también se integra a este movimiento.

“Somos un país de confluencias multigeneracionales –afirma la Doctora en Ciencias-; pero los jóvenes tenemos un papel muy importante, a casi 60 años del triunfo de la Revolución. Y como este es un país de futuro para nuestros jóvenes, debemos garantizar de manera permanente que no se sientan excluidos de los procesos de cambio; que no sean solo destinatarios de los beneficios, sino que sean protagonistas en todo orden. Para ello precisan contar con la información necesaria de cómo sus propuestas de soluciones están contribuyendo a la construcción de este país pro-futuro y de los mecanismos que tienen para hacerlo, que son muchos, pero pudieran ser muchos más”.

Es la participación el camino para una república de esencia martiana, soñada por sus jóvenes.

Preservan la memoria gráfica y documental de Santiago de Cuba

La profesionalidad y esmero de los técnicos, archiveros, especialistas e investigadores del Archivo Histórico Provincial de Santiago de Cuba, hacen de esa institución un tesoro. Allí no solo se depositan y organizan documentos, también se conservan y restauran para preservar la memoria histórica de la ciudad y su gente.
 
Por Kenia Tabares Robles/Foto José Vladimir Pérez García

Santiago de Cuba, 4 dic.— Una ciudad se descubre a través de documentos, fotos y archivos que datan desde 1664. Muchos suman más de tres siglos y están íntegros. El desarrollo científico ha permitido que la historia trascienda a través del tiempo, tal y como trasciende el inmueble del Archivo Histórico Provincial de Santiago de Cuba.

Técnicas, habilidades y conocimientos posibilitan la conservación y restauración de documentos. La actividad requiere de prácticas relacionadas a su protección para evitar el deterioro, así como para reparar los daños que causan el uso, el tiempo o los factores medioambientales.

Lidiersy Méndez Cabreja, Jefa del Departamento de Conservación y Restauración explicó que “desde que los documentos llegan a la institución pasan por el período de cuarentena, y a partir de ese momento continúa el estudio de su estado de preservación.

Planes de protección contra incendios o desastres naturales, el control de plagas biológicas, desinfección de los documentos, tomas de temperatura y humedad, iluminación y ventilación cruzada de los depósitos, el uso de los medios de protección, y la preservación del inmueble son acciones inmediatas en los planes de conservación, destacó Méndez Cabreja. 

 Tareas afines son la solubilidad de la tinta, la reposición de faltantes, encuadernación, costura de los archivos, realización de sobres para las fotografías, entre otras.

Kichel Hadfeg Caballero, Especialista en Procesos Técnicos y Jefa de dicho departamento dijo que “la actividad archivística incluye el procesamiento científico de los documentos. La realización de los inventarios, catálogos, índices y guías facilitan la búsqueda de información a los investigadores”, acotó.

Servicios de asesorías, informativos, talleres, cursos para especialidades afines e investigaciones se suman a las múltiples acciones que se generan desde el Archivo Histórico Provincial. Institución que difunde conocimientos y protege el patrimonio gráfico y documental para el futuro. 

En Aguilera, esquina Padre Pico hay un mundo fascinante, donde se cuenta la historia pasada que se preserva, en el presente.

Y me convertí en un Fidel

Por Claudia González Catalán

Santiago de Cuba, 4 dic.— Su nombre es Sergio Martínez, pero fue rebautizado por sus vecinos como “Sergio Revolución”. Este ha sido y será el mayor compromiso de su vida: “Yo me encontraba trabajando en una mina del II Frente Oriental, cuando llegó una comisión de cuatro barbudos, el 16 de abril del 58. Nos invitaron a los que quisiéramos a quedarnos con el Ejército Rebelde y mi ayudante y yo decidimos incorporarnos”.

Proclama el sacerdocio de la utilidad y afirma que lo aprendió de Fidel: “A partir de que conocí a ese hombre tan extraordinario mi conciencia ha sido otra. Me convertí en un ser mucho más útil y lleno de amor, inculcado por el ejemplo de aquel hombre”.

Granma, Isla de Pinos y Pinar del Río lo vieron entrenar a los campesinos, para los primeros Planes de Desarrollo Agrario. Allí vio a Fidel conjurar lo imposible para construir la Revolución: “El primero lo creó en el este de Niquero donde él desembarcó en el Granma y le puso “Agrupación Granma”. Cuando llegamos a ese sitio no existían condiciones ninguna, ni talleres, ni personal calificado ni nada, solo árboles.

Él mismo daba todas las instrucciones. Yo le dije: Comandante, yo no tengo operadores para los cuarenta carros que compramos. Me responde: ¿Tú sabes manejarlos? Le digo: Sí, en eso me especialicé cuando nos envió a buscar los equipos. Fidel no me dice más nada; después me doy cuenta de que me quiso decir que si yo sabía, enseñara a los demás”.

Se retiró a las montañas que circundan Santiago para, desde allí, seguir siendo un Fidel. Cuenta sus obras. Salir a fundar es para él un acto cotidiano.

“Yo vivía al lado del Hogar de Ancianos de Ciudamar. Allí dejé una tienda comercial porque antes teníamos que ir muy lejos a comprar.

Llegué al Puerto de Boniato cuando me jubilé y encontré que las vecinas iban con las vasijas a lavar la ropa en un pocito que había en el farallón y con la colaboración de las empresas del municipio y la provincia, aquí dejé un acueducto. “Así me convertí también en un Fidel, haciendo todo lo que él hacía, sin cobrar nada, sin tener salario, ni nada”.

Su sencillez es un grito que convoca. Todos, en cualquier sitio, somos Fidel.