Plaza de la revolución

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martes, 11 de noviembre de 2014

Hotel Imperial, joya de Santiago de Cuba


Por Yulia Nela González Bazán
 
La rehabilitación del Hotel Imperial constituye noticia por estos días en Santiago de Cuba. Y es que devolver el esplendor a esta edificación, joya arquitectónica de la ciudad, es uno de los objetivos de los santiagueros de cara al 500 aniversario de la fundación de la otrora villa.

Por ello considero pertinente acercarnos a la historia de este hermoso inmueble, en cuya construcción intervinieron importantes maestros de finales del siglo XIX y principios del XX, como es el caso del arquitecto Carlos Segrera.

Según está documentado “desde 1850 la casa de piso bajo, mampostería y tejas francesas, enclavada en la calle Enramadas alta #1, perteneció a la familia Duany, y fue alquilada para ubicar diferentes establecimientos comerciales”

Posteriormente, al ser adquirida por Fernando Canto Granda, se proyecta la construcción de edificio para la comercialización de textiles y ser ubicadas también aquí viviendas. De por esa fecha, 1915, también es localiza un dibujo de Segrera, en cuyo reverso se lee “… Proyecto de Hotel Imperial”.

Comparaciones de los planos iniciales a cargo del maestro de obras Lorenzo Suarez y las notas de Segrera, arrojan que efectivamente este último “incorporó modificaciones que dieron como resultado la forma arquitectónica monumental y exuberante del inmueble”

En 1916 quedó inaugurado el edificio con el establecimiento de tejidos La Francia en la planta baja y las habitaciones del hotel en las restantes tres.
 
La imagen exterior del Imperial “presenta esbeltas pilastras con incisiones horizontales, las cuales sostienen arcos de medio punto” 

También merece destacarse que cada piso exhibe su propia decoración, “basada en la utilización de diferentes ornamentos en los extremos superiores de las pilastras adosadas; enmarques de los vanos resaltados, en algunos casos, con claves decoradas sobre los medios puntos, cerrados estos por vitrales en las dos primeras plantas, y dinteles rectos jerarquizados por frontones triangulares en la tercera”

En la bibliografía se recoge además que años más tarde el arquitecto Antonio Bruna Danglad realizó la ampliación hacia la calle Félix Pena (Santo Tomás) para dotarlo de más capacidad habitacional.