Plaza de la revolución

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miércoles, 31 de octubre de 2018

Los gallos se enrachan con espuelas afiladas

Por José Raúl Castillo Argüelles

Santiago de Cuba, 31 oct.— Con un ataque de trece incogibles en el que ganó protagonismo el patrullero izquierdo y tercer bate Fréderich Cepeda, autor de estacazo de dos carreras en la sexta entrada que puso delante a su equipo, al que se sumó una sólida apertura de Yariel Rodríguez (1-0) durante siete entradas completas con sólo una carrera limpia permitida y escasos cinco imparables, el equipo de Sancti Spíritus doblegó a domicilio a Ciego de Ávila con pizarra de 6 carreras por 3 y eslabonó su tercer éxito consecutivo al tiempo que se adueñó en solitario del tercer peldaño de la tabla de posiciones.

El bambinazo de Cepeda es el tercero que dispara en cuatro juegos y como les adelanté sirvió para colocar delante a los visitantes tras un empate 1-1 que habían conseguido los Gallos en la parte alta del quinto cuando combinaron sencillo de Yoandy Baguet, base robada y cohete impulsor de Daviel Gómez que emparejó la pizarra, pues los Tigres estrenaron el marcador en el segundo episodio por boleto a Yoelvis Fiss, avance a segunda por bola ocupada y flete de Osvaldo Vázquez mediante cañonazo al centro.

Esa ventaja mínima la ampliaron los emplumados con una anotación añadida en el octavo por cuadrangular de Dunieski Barroso y con otras dos en el noveno a modo de puntillazo, suscritas por Orlando Acebey con doblete y Yunier Mendoza con jit, respectivamente.

Los rayados descontaron dos en el cierre del noveno, la primera por error y la segunda por jit de Yorbis Borroto, pero no pudieron impedir que bajara el telón y se consagrara el triunfo de los espirituanos. Estas dos marcas al expediente del relevista Javier Vázquez.

La derrota la sufrió el abridor Dachel Duquesne (6-6) quien trabajó ocho y un tercio de entrada con once imparables y seis carreras limpias.

Por su parte en su feudo del Julio Antonio Mella los Leñadores de Las Tunas defendieron la vanguardia que ostentan desde el comienzo de esta segunda fase del campeonato al someter a los Leones de  Industriales 8 carreras por 2.

De la mano de su temible ofensiva los pupilos de Pablo Civil apenas necesitaron dos entradas para inclinar categóricamente la balanza a su favor, primero cuajaron racimo de tres carreras en la quinta entrada para darle un viraje al choque que venían perdiendo 1-0 y luego asestaron un golpe de cinco carreras en el séptimo que puso la varilla a altura inalcanzable para los capitalinos, reducidos a apenas un postrer descuento en la parte alta del octavo.

El desbordado Jorge Enrique Alomá fue la punta de lanza de ese ataque ganador al saldar la fecha con balance de 4-2, un cuadrangular, cuatro remolcadas y una anotada.

El estacazo de Alomá con las bases llenas fue el tiro de gracia y vino a certificar una vez más la atinada selección que hizo el mentor de los Leñadores al sumarlo como refuerzo de su plantilla.

Los números que acumula en valioso jugador de cuadro son escalofriantes y siembran espanto entre los serpentineros: average de .563, OBP de .611, slugging de .1313 y OPS de .1924.

Secundaron a Alomá con el madero Yuniesky Larduet (5-3, una impulsada, dos anotadas) y Alexander Ayala (3-2, una anotada). Danel Castro logró un jit en cuatro turnos (doblete) pero remolcó par de carreras.

El juego lo ganó en el orden individual Yadián Martinez (1-0) con una apertura de siete y un tercio de entrada, siete imparables y dos carreras limpias. Perdió Vladimir Baños (0-1).

La jornada se completó con la victoria de Villa Clara sobre Holguín 7 carreras por 3. Triunfo para Pablo Guillén (5-2) y revés para Carlos Santiesteban (5-4).  Juego salvado al expediente de Jonder Martínez (2).

Sobre este encuentro no puedo aportar pormenores porque el box score que aparece en la página de la Federación Cubana de Béisbol está plagado de errores, entre otras cosas Holguín aparece con 9 carreras y Villa Clara con 21 en flagrante contradicción con la anotación fijada en la pizarra.

Posiciones: Las Tunas 13-6 / Villa Clara 12-7 / Sancti Spíritus 10-9 / Ciego de Ávila 9-10 / Industriales 8-11 / Holguín 5-14.

Santiago de Cuba, la gran pasión de Francisco Prat Puig

Por María Elena López Jiménez

Santiago de Cuba, 31 oct.— Del Doctor Francisco Prat Puig perdura su obra fue toda su existencia y su pasión. El catalán llegó a la isla caribeña y se prendó de esta tierra que lo acogió como a un hijo y él la marcó con su impronta de investigador y arqueólogo.

España quedaba atrás como una memoria de ideas revolucionarias en total desacuerdo con el régimen de Francisco Franco. Salió incluido en el último batallón del Ejército Republicano para un campo de concentración en Francia y en septiembre de 1939 arribó a La Habana, donde lo esperaban los padres de su esposa cubana, quienes le dieron la bienvenida; en diciembre, ella llegó acompañada de sus hijas.

En 1940 el catalán obtuvo la nacionalidad de la isla caribeña… Impartió clases en la Universidad de La Habana, entre otras labores en la capital hasta que dos años más tarde visitó por primera vez a Santiago de Cuba y esta ciudad lo sorprendió con su arquitectura su gente y sus tradiciones. Se prendó de la estampa rodeada de mar y montañas. La fundación de la Universidad de Oriente lo acogió en su claustro de profesores, momento en que se instaló en esta urbe para toda la vida.

El devenido santiaguero por derecho del amor, describía al terruño natal, como a un valle rodeado de colinas enhiestas y en los fríos inviernos se pasaba noches enteras en imaginerías y sueños despiertos. Nació el 11 de noviembre de 1906 en la Pobla de Lillet, Barcelona.

De su padre heredó la vocación del magisterio y el afán del descubridor de legados antiguos. Cuando el gobierno franquista despareció, él volvió a su poblado natal y cuando regresó a Cuba, afirmó que hubiera preferido quedarse con los recuerdos infantiles porque de sus sueños, solo quedaban añoranzas. Todo se había transformado. De su terruño solo existía el nombre.

Hasta 1991 se le veía caminar lento por la Universidad de Oriente, donde impartió clases desde su fundación (1947). No se jubiló dedicado por entero a la investigación. Su casa del reparto Flores, en el poblado de El Caney, era el sitio de arte para el trabajo: rodeado de una rica colección privada que donó para lo que es hoy el museo que lleva su nombre en el alto centro docente santiaguero, (Goya, Pereda, José A. Rivera, Carlos Enríquez y platería, siglo XIX, entre otras obras).

Sus huellas se encuentran en la ciudad, desde el Castillo del Morro, San Pedro de la Roca (Patrimonio de la Humanidad), Casa de Diego Velázquez, hoy museo de ambiente histórico colonial hasta el ayuntamiento, sede del gobierno municipal, frente a la plaza mayor citadina.

Este hombre de talla relevante desapareció físicamente el 28 de mayo de 1997 pero en Santiago de Cuba sigue su memoria fresca y fuerte al igual que su mirada y el hablar pausado. Definía a la ciudad con grandes terrazas en subida desde la bahía: el primer descanso a la altura del parque de Céspedes, la segunda en la sala Dolores y la otra, en la misma plaza de Marte.

Para el concepto de Prat, su trazado la tipifica como única en Cuba por su perfecto emplazamiento. Saboreaba la idiosincrasia del santiaguero: íntimamente ligada al modo de ser de la ciudad, donde sus habitantes suben y bajan pendientes como algo cotidiano, trotadores de lomas y sin darse cuenta, de hecho, trotamundos. Muchos se han demostrado como buscadores de nuevos horizontes.

También destacaba que las casas encimadas en los farallones, más arriba del nivel de las calles, formaban miradores o nidos de águilas; los balcones codeados de tú a tú con la sierra, hacían de sus vecinos, una especie de caballeros andantes, aventureros y enamorados. Las montañas desafían a los santiagueros y el mar despliega su majestad; en comunión despiertan los sentimientos de quijotes antillanos.

La brillantez de su biografía, dice del universo que fue Prat Puig: Licenciado en Filosofía y Letras; Doctor y Licenciado en la Universidad de Barcelona; doctorado en Madrid, Profesor en el Instituto de Mataró; Premio Martorell (arqueología). El Ministerio de Cultura de Cuba le otorgó todas sus distinciones y obtuvo en 1980 el título de Doctor en Ciencias del Arte.

El gobierno español le concedió la más alta condecoración a personalidades de la cultura, la Orden Isabel la Católica, (1992). La remembranza y vivencia del Doctor Prat en Santiago de Cuba indica la gratitud de esta ciudad para el hombre que no se cansó de distinguirla con los mayores halagos y con los más grandes amores.

En Palma Soriano “Martí en la Memoria” desarrolló actividad conmemorativa

Por Miralis Despaigne Pineda

Palma Soriano, Santiago de Cuba, 31 oct.— Como parte del proceso orgánico de balance de la Sociedad Cultural José Martí, el proyecto “Martí en la Memoria”, desarrolló una actividad de homenaje al apóstol cubano. Este movimiento martiano radica en la histórica zona del mamoncillo francés, lugar donde en 1895 descansaron los restos del héroe nacional cubano en su traslado hacia Santiago de Cuba.

Según nos refiere Yanisleidy Cabrera la promotora cultural de ese poblado conocido como “El Paraná” se presentaron tres escuelas del municipio, La Pedro Serrano, la Juan Edgardo Morales Castro y la escuela secundaria Haideé Támara BunKe. También hicieron sus

demostraciones el círculo de interés Para un príncipe Enano, el de la Edad de Oro; la solista Yanier Campo; se entonaron canciones antológicas como “A los héroes” de Sara González; poemas como “A mi bandera de Bonifacio Verne” y otras interpretaciones.

De forma especial se recordó el aniversario 165 del natalicio de José Martí y la declaración de Monumento Nacional del parque central de esta localidad que lleva su nombre que lleva el nombre del más universal de todos los cubanos.

Así con disímiles actividades en los primeros días de noviembre terminará el proceso orgánico de Balance de la Sociedad Cultural José Martí en el municipio palmero.

Voy a pedir a mis abuelos que quiten el bloqueo, niño cubano


Por Martha Cabrales Arias

Santiago de Cuba, 31 oct.— ''Voy a pedir a mis abuelos que quiten el bloqueo'' fue la frase que, dicha así, de pronto, sorprendió a todos en la familia alrededor de Frank Josué Solar, un pequeño de unos ocho años.

Desde su inocencia, el niño suponía que los progenitores de su madre podían hacer algo desde la ciudad de Estados Unidos donde residen, para detener una política de más de 60 años y de la que él oye hablar casi desde que nació aunque no llegue a descifrar toda la crueldad que encierra.

A pesar de parecer que se trata de un asunto solo para adultos, en realidad trasciende las edades e impacta en la cotidianidad de todos los cubanos, mezclada en la de aquellos que comienzan a vivir con las fantasías de los juegos infantiles y la curiosidad propia de esos primeros años.

Quizás donde más duelen esas limitaciones impuestas por el arbitrario asedio de la mayor potencia económica mundial sea en los polos opuestos de la existencia humana, la niñez y la vejez, y en otros segmentos más vulnerables de la sociedad como los discapacitados y pacientes con enfermedades que requieren de muy específicos medicamentos.

Es verdad que cada año, para esta fecha, cuando Cuba presenta ante la Asamblea General de la ONU la resolución que demanda el cese de ese cerco irracional, el tema ocupa titulares y numerosos espacios en la prensa escrita, radial y televisiva cubana, ante la expectación que genera el acontecimiento.

Pero es igualmente cierto que, como espada de Damocles, sus consecuencias gravitan sobre los habitantes de este archipiélago durante los 365 días del año, sin que se hable tanto de esa asfixia que transcurre de forma imperceptible.

Hoy, cuando los diplomáticos cubanos salgan a defender las razones de su pueblo en la ONU, en sus palabras estará también, tácitamente, el anhelo del niño santiaguero.