Plaza de la revolución

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domingo, 7 de julio de 2019

Castigo al picheo cubano marcó la despedida en Carolina del Norte

Foto: Phil Selig
Por José Raúl Castillo Argüelles   

Santiago de Cuba, 7 jul.— Un feroz ataque que sumó dieciocho imparables fue la nota distintiva del triunfo alcanzado este sábado por el equipo universitario de Estados Unidos con pizarra de 10 carreras por 2 en el choque que cerró la serie amistosa disputada con Cuba en Carolina del Norte, finalmente anexada por los anfitriones con balance de cuatro victorias y una sola derrota.

Esta fue la quinta vez consecutiva que los estadounidenses se alzan con el triunfo en las ocho series amistosas que ambos han disputado y es la segunda ocasión en la que ganan al menos cuatro juegos, la vez anterior fue en el año 2013 cuando consiguieron barrer totalmente a la selección cubana.

Un racimo de cuatro carreras en la segunda entrada, otros dos de tres anotaciones cada uno en el quinto y séptimo episodios, respectivamente, desbordaron con creces el respaldo que necesitó el picheo de los colegiales, pues sus tiradores restringieron el gasto ofensivo cubano a escasos ocho incogibles y dos carreras a cuentagotas, una en el tercer episodio y la otra en el quinto.

El zurdo artemiseño Misael Villa, abridor por Cuba, apenas pudo llegar al segundo episodio; segmento en el que explotó tras conceder un boleto a Colton Cowser y permitir doblete de Heston Kjerstad que se articuló momentos después con un sencillo de Patrick Bailey, conexión esta última que remolcó a dos corredores.

Villa se fue a la cueva y trepó al box el villaclareño Pablo Guillén pero Alika Williams lo recibió con un triple que añadió otra carrera a la cuenta estadounidense; las tres al expediente del lanzador abridor.

Un imparable del primer bate Luke Waddell completó el ramillete al remolcar a Williams y produjo al mismo tiempo el reemplazo en la lomita de Guillén, quien no logró outs y asimiló par de jits y una carrera inmaculada. Frank Medina se convirtió en el tercer lanzador cubano de la jornada.

Esa ventaja inicial habría sido más que suficiente para conducir al triunfo de los universitarios, pues Cuba a duras penas logró dos descuentos: uno en la tercera entrada por sencillo del santiaguero Guibert, boleto a Larduet, avance de ambos corredores por bola ocupada y rolata impulsora de Raúl González que provocó la salida del box del abridor Andrew Abbott y el otro en el quinto tramo, gracias a una secuencia que también inició Guibert con jit.

Tras ese imparable el tunero Larduet fue dominado pero quedó con vida en la inicial pues el out fue logrado sobre Guibert segunda; luego vino un pelotazo a Prieto que colocó un corredor en posición anotadora y Raúl González volvió a responder con sencillo y le dio la última carrera a nuestra selección nacional.

Como les adelanté, los colegiales remataron con sendos racimos de tres carreras cada uno.

En el quinto un ataque de cinco incogibles, tres de ellos frente a Medina y los otros dos ante Wilson Paredes, cuajó el ramillete; mientras que en el séptimo cuatro cohetes articulados -entre ellos par de triples- le endosaron tres carreras al relevista Rafael Sánchez, una de ellas sucia.

Ganó Andrew Abbott y perdió Misael Villa. La última entrada la trabajó por Cuba Yudiel Rodríguez y cargó con par de jits.

Los mejores bateadores cubanos fueron Raúl González (4-2, dos impulsadas) y Yoelkis Guibert (3-2, una anotada).

La producción de diez carreras lograda por el equipo colegial es la segunda más alta lograda por ellos en la historia de los topes amistosos, solo cede ante las 11 que consiguieron el 4 de julio de 2015.

El Jugador Más Valioso de la serie resultó el patrullero estadounidense Colton Cowser, el cubano Yordanis Samón resultó seleccionado el Bateador Más Destacado y Max Meyer el Lanzador Más Destacado.

Más allá de que se trata apenas de un tope de preparación con vistas al compromiso de los Juegos Panamericanos de Lima el resultado no parece muy halagüeño y refuerza la necesidad de sumar otras piezas valiosas a la armazón definitiva del equipo que concursará en la cita sudamericana.


De cumpleaños Palacio de Pioneros provincial de Santiago de Cuba

Por María Antonia Medina Téllez

Santiago de Cuba, 7 jul.— Con una mayor matrícula de niños, nuevas especialidades y más de 150 Círculos de Interés, el Palacio Provincial de Pioneros Una flor para Camilo, de Santiago de Cuba, celebra 45 años de fundado por el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque.
   
El 6 de julio de 1974, Almeida depositó en manos de los pioneros  santiagueros ese hermoso regalo de la Revolución para que pasaran buenos ratos mientras aprenden muchas cosas en las exposiciones, en los Círculos de Interés y en las áreas destinadas a la ciencia, la técnica y el arte.
   
Ahora, luego de 45 años, la actividad del Palacio se ha multiplicado, afirmó Héctor Luis Contreras, director de la institución, porque miles de niños realizaron los sueños deseados, desde ser ingenieros, maestros o médicos, sin otra limitación que su voluntad y capacidad para alcanzar esos objetivos.
   
Y los pioneros continúan forjando sus valores y su  formación vocacional e integral desde los diferentes espacios rescatados en la majestuosa mansión, que otrora perteneció al adinerado aristócrata e inversor Pepín Bosch, convertida en un centro que complementa la educación de los niños y jóvenes.
   
Contreras explicó las transformaciones y la incorporación de recursos novedosos como la sala 3D, conexión wifi y varios  juegos de modelación en una sala de ocio adjunta y que de martes a domingo, en moneda nacional, ofrece servicios con  20 equipos electrónicos, entre esos dos simuladores de conducción.
   
Con 45 años al servicio de la Unión de Jóvenes Comunistas y la Organización de Pioneros José Martí, Una flor para Camilo hoy tiene otras motivaciones con el uso de las nuevas Tecnologías de la Información, cuyas herramientas complementan la superación constante de la nueva generación.
   
Para el presente verano se prevé celebrar fechas importantes como el aniversario del asalto al cuartel Moncada, el natalicio del líder de la Revolución Fidel Castro y el Día de los Niños, entre otras.
   
Para el disfrute de los pioneros y jóvenes están organizadas las expediciones a otros municipios y excursiones por la ciudad, mientras que desde la sala Sonrisa de un pueblo, una de las cinco de ese tipo en la provincia, continúan las sesiones educativas con documentales, canciones y anécdotas.
   
Desde este primero de julio las familias santiagueras disfrutan de divertidas e instructivas opciones del Palacio, que incluyen, además, las presentaciones de diversas manifestaciones culturales y deportivas, exposiciones de círculos de interés y una variada oferta gastronómica, añadió Contreras.

Habla el pilón en defensa de nuestras tradiciones…

“Ay, qué rico que rico es, el ritmo pilón, para que lo goce usted.”

Por María Elena López Jiménez

Santiago de Cuba, 7 jul.— Si de los rituales cafetaleros se habla, el pilón dice presente en cualquier rincón donde se cultive el aromático grano y más aún en la región oriental cubana, fuente y esencia de tradiciones. Y enfatizo defensa porque luego que surgió el sabroso ritmo, creado por Enrique Bonne y popularizado por Pacho Alonso, el utensilio que los campesinos usan para pilar el café  ha sido superado por el contagioso género; o quizás ha pasado a la historia en la vida urbana, reemplazado por el molino convencional o por el eléctrico.

Aquí hablo de uno y de otro ¿por qué no?, si los dos son tan nuestros como el prú, la pulpita de tamarindo o el manjar oriental.

La primera obra que se grabó con el ritmo pilón fue “Baila José Ramón”, 1964, de Bonne; posteriormente, aparecieron del mismo autor “A cualquiera se le muere un tío”, “Yo no quiero piedra en mi camino” y “El bajo cun cun”, pero fue Pacho Alonso el que colocó el ritmo en los medios con “Rico pilón”, por lo que algunos han dicho que fue el reconocido santiaguero quien creó esta modalidad de los bailables cubanos.

Inspirado en la forma de pilar el café en el campo con un tronco ahuecado llamado pilón, tomó su nombre lanzado al mercado nacional e internacional.

En él no hay un golpe, sino diferentes rítmicos puestos en juego, en el que el piano imita la sonoridad del Órgano Oriental, en la paila se da el golpe, que en el timbal se hacía desde la década del 40, destacándose en esta modalidad de la orquesta Chepín-Chovén, o mejor dicho el timbalero Esmérido Ferrer, el Chino Pichón.

¿Quién no disfrutó este género en la década de los 60, la bien nombrada “década prodigiosa”; se cantaba y se bailaba con pasos replicando el ”tumbao” de pilonar el grano en el rústico equipo, arriba y abajo, “ay que rico, que rico es, el ritmo pilón para que lo goce usted”?.

Los santiagueros famosos formaron un binomio que hasta hoy tiene luz y renombre. Enrique Bonne y Pacho Alonso a quienes les unió una gran amistad desde la infancia. Composiciones como “El upa upa” y “Rico Pilón” salieron a la luz. Este baile convergió junto al mozambique de Pello el Afrocán y el Pacá de Juanito Márquez, “María Caracoles” y “Arrímate pacá nené” sonaban a cualquier hora en las diferentes emisoras de radio y en los bailables de los fines de semana; los sabrosos géneros musicales criollos amenizaban todo el tiempo y a intervalo, un bolero o una guaracha identificación con lo nuestro por encima de todos y todo; época de los Zafiros, Elena Burke, Moraima Secada, Lino Borges; la lista sería interminable del buen hacer artístico.

Según un experto en madera y temas montunos, Humberto López, destaca que el pilón se confecciona con ácana, ocuje y granadillo, aunque puede ser de otra madera dura, al igual que “la mano del pilón” al decir del campo…La forma rústica de confeccionarlo es con un tronco macizo y con un tizón de madera; se va ahuecando en el centro hasta la profundidad requerida para luego lijarlo para su textura lisa; por supuesto, tiene la forma de los morteros caseros con los cuales se trituran las especies. En muchos hogares los utilizan como adornos.

Yo me adentré en la historia de este “folclórico” del café, como me gusta nombrarlo por Zurita o Apolinaria Bicet, la anciana que albergó en su bohío al Comandante de la Revolución Juan Almeyda Bosque, cuando creó el Tercer Frente Oriental “Mario Muñoz Monroy”, en la serranía de la Lata, en marzo del 1958.

Y  supe por la legendaria mujer y por su hija Titina, de los secretos y de las especificidades del café pilonado, de su sabor exquisito, de la fragancia que se esparce cuando se entrega por completo al proceso del aromático partícula.

Tesoros de nuestra Sierra Maestra ligados al pilón, que aún hoy forman partes de la vida del campesinado junto a la hamaca y al taburete; prácticas de hospitalidad que se mantienen con una taza humeante de la bebida que brinda el cubano cuando el visitante llega.

También la ruta del café por La Gran Piedra con las haciendas fundadas a finales del siglo XVIII y principios del XIX te hablan de la historia iniciada por los franco-haitianos, manteniéndose las haciendas fundadas en toda esa zona y parte de Guantánamo, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

En el centro de la ciudad de Santiago de Cuba, se ubica “La Isabelica”, establecimiento que expende especialidades de café y a la entrada, recibe una escultura de una bella mujer pilonando incansablemente y detenida en el tiempo.

La casa Dranguet, fundada por la Oficina del Conservador de la Ciudad expone la historia del pilón en diferentes partes del mundo; desde La India hasta el Caribe, con nombres y diseños diferentes.

En el blog “De este lado de la Isla”, se refleja así: “Allá en las lomas de la guantanamera Sierra del Purial, sus habitantes son eternos amantes del café, no de ese medio “achicharado” que llega a la bodega, sino del más puro, del más directo, del propio que ellos cultivan y cosechan como sostén económico fundamental en tiempo de zafra.

En los campos se pierde la finura, y de las bolsas industriales que traen el polvo procesado del cerezo y la tradicional cafetera o las modernas máquinas para en procesarlo, otras artimañas rústicas se apropian de la rutina de preparación.

Es ahí donde luego de la recogida en las plantaciones y el paso por el secadero, calderos y fogones se encargan del tueste, los pilones reducen la frutilla quemada a polvo, y dos jarros, agua, cocina y colador de tela, dejan listo el oloroso compuesto de la forma más natural, sin mezclas, sin agresivos ahorros. En el poblado Vega del Jobo, en plena Sierra del Purial, en el municipio Imías, así, al aire libre y para compartir en familia, lo hacen sus pobladores cuando cualquier actividad recreativa se viste de justificación para la fiesta.”

Referencia del pilón fuera de Cuba: En el Ecuador, el rotativo “el Diario” se escribió sobre el recuerdo de los abuelos. Hablar de tradiciones montuvias es revivir a los antepasados; así lo consideró Juanita Intriago Durán, docente de 58 años, oriunda del cantón Junín, cuando se refirió al uso del bunque, objeto etnográfico muy usado en la campiña manabita para descascarar granos como el maíz, el maní y el arroz.

El periodista Arturo Peñazola Pinzón, corresponsal de El Tiempo en Colombia, destacó al campesino artesano, don Sinforiano Jaramillo que en medio del ambiente fiestero y frente a la puerta de su casa, en una zona deprimida de Barrancabermeja, este anciano moldea, corta y pule en su improvisado taller los grandes trozos de madera que lo están convirtiendo en un personaje reconocido. El hombre de 83 años inició su labor cuando era niño gracias a la iniciativa de su padre, un ebanista y constructor. Aún hoy, sus manos desgastadas y algo temblorosas tienen la precisión y sutileza para convertir, en menos de ocho días, un molde de rudimentaria madera en un pulido y bien terminado pilón (recipiente para pilar maíz). También fabrica manijas --una especie de porras para machacar sobre el pilón, llamadas pataconeras.

Santiago de Cuba reúne y exhibe sus “secretos”, vengan de cualquier orilla del Caribe, desde Dominicana, Panamá, Ecuador o Colombia. Ejemplos citadinos abundan, entre ellos, repito, la Isabelica, para degustar la agradable bebida, o en la casa Dranguet, institución de referencia para la ruta de la historia del grano, pilonado o molido en la zona oriental. 

Ministro cubano de Cultura elogia vitalidad de festival caribeño

Por PL

Santiago de Cuba, 7 jul.— El ministro cubano de Cultura, Alpidio Alonso, elogió hoy la extraordinaria vitalidad del Festival Internacional del Caribe, al sostener un encuentro con participantes nacionales y extranjeros en la edición 39 del evento.

Afirmó el también poeta que la Fiesta del Fuego defiende lo esencial cubano y contribuye a que los caribeños se conozcan mejor porque son pueblos que están alejados a pesar de estar tan cerca, lo cual es resultado de los años de coloniaje y de la impronta de las metrópolis.

El titular encomió igualmente la riqueza cultural de la región y la notable presencia de jóvenes en cada una de las actividades y en particular como parte de grupos portadores de la cultura popular tradicional, que simbolizan y garantizan la continuidad y vigencia de esas expresiones raigales de identidad.

Dijo Alonso que la cita es quizás la que junta mayor diversidad de manifestaciones artísticas en Cuba y saludó la anunciada dedicatoria en el 2020 de la edición 40 a Belice y a los 40 años de los Estudios Siboney, de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales, fundados por el Comandante Juan Almeida.

Consideró también que el Festival es consecuente con el amor y la admiración que Fidel Castro profesó siempre hacia los pequeños estados insulares del Caribe, por su vocación de soberanía y resistencia, expresados en buena medida en la salvaguarda de los tesoros de su espiritualidad y autenticidad.

El Ministro de Cultura evocó al fundador de la Casa del Caribe, Joel James Figarola, un intelectual cuya obra merece mayor visibilidad en la cultura y la vida nacional, al igual que poetas del calibre de Jesús Coss Causse y Pedro López Cerviño, que también dejaron su legado en la institución.

Tuvo palabras de reconocimiento de la misma manera para los emblemáticos Ministros Armando Hart Dávalos y Abel Prieto Jiménez, ambos con aportes fundacionales en esta profundización de los lazos con el Caribe.

En el diálogo tomaron parte líderes de agrupaciones portadoras, babalaos, santeros, artistas y académicos cubanos y de las más de 30 naciones que participan en el jubileo, con una presencia especial de los uruguayos a quienes se dedicó, encabezados por el embajador, Eduardo Lorier.

Fidel marcha hacia el exilio

Por Margarita Piedra Cesar

Santiago de Cuba, 7 jul.— “Me marcho de Cuba, porque me han cerrado todas las puertas de la lucha cívica”; así escribió el joven abogado Fidel Castro Ruz poco antes que el 7 de julio de 1955, hace hoy 64 años, partiera hacia el exilio en Méjico en el vuelo 566 de Mejicana de Aviación, con destino a Mérida en tránsito hacia Veracruz, donde llegó en esa misma fecha.

Habían transcurrido hasta ese momento 51 días desde el 15 de mayo de 1955, cuando Fidel y un grupo de asaltantes de los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba y Céspedes, de Bayamo, fueron puestos en libertad en Isla de Pinos por una amnistía que la dictadura batistiana se vio obligada a decretar debido a la presión popular.

Durante el breve período de tiempo que Fidel permaneció en Cuba sus esfuerzos estuvieron encaminados a organizar la lucha futura creándose el 12 de junio de 1955 el Movimiento 26 de Julio, cuya dirección nacional acordó que el líder revolucionario partiera hacia el extranjero con el fin de preparar un destacamento armado y entrenado para reiniciar la guerra de liberación en Cuba.

La dictadura batistiana por su parte desató contra Fidel y los moncadistas una escalada represiva que incluía un plan para asesinar al joven abogado y a su hermano Raúl en tanto prohibió cualquier tipo de participación del líder revolucionario en los medios de difusión y clausuró el periódico La Calle, que servía en alguna medida de tribuna a Fidel.

Cerrados todos los caminos de la lucha cívica a Fidel no le quedó otra alternativa que el camino del exilio y un día antes de su partida hacia Méjico, el líder del Movimiento 26 de Julio declaraba: “Como martiano pienso que ha llegado la hora de tomar los derechos y no pedirlos, de arrancarlos en vez de mendingarlos”

Para el doctor Fidel Castro el exilio en Méjico se extendería por más de un año y tres meses, hasta que el 25 de noviembre de 1956 partió de regreso a Cuba con la expedición del yate Granma para cumplir lo que había dicho en una carta de despedida, el 7 de julio de 1955: “Volveremos cuando podamos traerle a este pueblo la libertad y el derecho a vivir decorosamente, sin despotismo y sin hambre”.