El
Museo de la Imagen cumple este mes 23 años de fundado. En este período
se ha afianzado su misión de conservar, atesorar y socializar el
patrimonio audiovisual del país.Por Yulia Nela González Bazán
Santiago de Cuba, 22 mar.— Apacible y
lleno de historia se revela al visitante el Museo de la Imagen “Bernabé
Muñiz Guibernau”. Una institución donde se coleccionan y exponen
variados equipos fotográficos y de filmación cuya existencia está ligada
a importantes sucesos de la historia audiovisual de Cuba.
Nilce Sanabria, Directora del Museo de la Imagen agrega que “más allá de la misión patrimonial que tenemos, nosotros tenemos una misión con Bebo que es precisamente crear y promocionar un espacio donde los camarógrafos y los fotógrafos sientan que este es su hogar, que no están olvidados aquellos hombres que forman parte de la primera línea de trabajo, aquellos que a veces no se reconocen porque se destaca más al director, a ellos que tanto aportan a la memoria audiovisual en la provincia, en el país”
Por
ello en el aniversario 23 de este museo de la imagen, el colectivo de
la institución ejecutó un amplio programa que incluyó la entrega de
reconocimientos a personalidades de la cultura, fundadores y jubilados
de la institución, con grandes aportes a la conservación del patrimonio
audiovisual del país.
Y como homenaje a Bernabé Muñiz, quién tanto hizo por el audiovisual cubano, fue develado el mural “500 razones para una imagen”, del destacado artista de la plástica José Luis Berenguer. Obra que capta el espíritu de Bebo y que desde ahora dará la bienvenida a todo el que llegue hasta este sitio.
Durante la jornada también fue inaugurada en la galería Adolfo Llauradó del museo la exposición fotográfica Ogún Eterno, en recordación al Premio Nacional de la Danza Eduardo Rivero.
Nilce Sanabria, Directora del Museo de la Imagen agrega que “más allá de la misión patrimonial que tenemos, nosotros tenemos una misión con Bebo que es precisamente crear y promocionar un espacio donde los camarógrafos y los fotógrafos sientan que este es su hogar, que no están olvidados aquellos hombres que forman parte de la primera línea de trabajo, aquellos que a veces no se reconocen porque se destaca más al director, a ellos que tanto aportan a la memoria audiovisual en la provincia, en el país”
Por
ello en el aniversario 23 de este museo de la imagen, el colectivo de
la institución ejecutó un amplio programa que incluyó la entrega de
reconocimientos a personalidades de la cultura, fundadores y jubilados
de la institución, con grandes aportes a la conservación del patrimonio
audiovisual del país.Y como homenaje a Bernabé Muñiz, quién tanto hizo por el audiovisual cubano, fue develado el mural “500 razones para una imagen”, del destacado artista de la plástica José Luis Berenguer. Obra que capta el espíritu de Bebo y que desde ahora dará la bienvenida a todo el que llegue hasta este sitio.
Durante la jornada también fue inaugurada en la galería Adolfo Llauradó del museo la exposición fotográfica Ogún Eterno, en recordación al Premio Nacional de la Danza Eduardo Rivero.
Texto y fotos Ivianna Rodríguez Santana
La
fama de este sitio trasciende las fronteras de la isla. No es usual
poder contemplar la inmensidad de una roca de casi 70 mil toneladas,
ubicada en la cima de una montaña y con dimensiones estimadas en más de
50 metros de largo, 25 de alto y 30 de ancho.
Pero
La Gran Piedra atesora además, parajes ennoblecidos con la condición de
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, como el Cafetal La Isabelica,
restaurada y convertida en un museo de interés histórico cultural.
Por Karina Sotomayor Otero
Texto y Fotos Ivianna Rodríguez Santana
El
clima templado que predomina en estas serranías, junto al afán de estos
hombres y mujeres favorece el esplendor de múltiples verdores, que
engendran más de 200 especies, casi 20 de ellas endémicas, con el fin
de abastecer la comercialización de adornos florales en la ciudad.
En
este sitio de cuatro hectáreas que se extienden laderas abajo, uno de
los mayores atractivos es la flor exótica que le da su nombre: Ave del
Paraíso.
Abonados
por la historia del café, los antiguos secaderos hoy funcionan como
enormes canteros para la notable variedad de especies que crece aquí.