Por Armando Fernández Martí
Santiago
de Cuba, 15 feb.— La explosión del acorazado Maine la noche del 15 de
febrero de 1898 en la bahía de La Habana, le vino como anillo al dedo a
Estados Unidos para declararle la guerra a España e intervenir
militarmente en Cuba para apoderarse de la isla, lo cual era un viejo
anhelo de los yanquis desde la primera guerra de independencia cubana.
Ya para entonces, los gobernantes
norteamericanos habían tratado de apoderarse de la pequeña isla caribeña
por diferentes vías, incluida la proposición a España de su compra pero
ante la negativa de esta, decidió esperar a que el colonialismo no
pudiera sostener el conflicto con los cubanos, ni económica, ni
militarmente, para entonces intervenir. A eso ellos le denominaron:
Política de la Fruta Madura.
El acorazado Maine había arribado a
la bahía habanera en visita de buena voluntad el 25 de enero de 1898,
pero no lejos, a seis horas de navegación, las autoridades navales
habían situado otros cuatro buques e igual cantidad, despachados hacia
el teatro de la guerra, es decir, a la región sur oriental de la isla.
La
explosión del Maine provocó la muerte de 266 tripulantes, 263 marinos y
tres oficiales, pues el resto de la oficialidad del buque se encontraba
en tierra para asistir a una recepción amistosa.
Tras la
explosión del Maine, como es habitual, la gran prensa de Estados Unidos
emprendió contra España pidiendo a gritos la intervención de Estados
Unidos en el conflicto, lo que definitivamente se produjo entre los
meses de junio y julio de 1898, dando lugar a la Guerra Hispano
Americana, incluida la batalla naval de Santiago de Cuba, donde fue
prácticamente despedazada la flota colonialista.
Si bien la
intervención yanqui en Cuba abrió la era del imperialismo agresor e
interventor de Estados Unidos, la voladura del Maine dio inicio a la era
de las autoagresiones y pretextos para intervenir militarmente en
cualquier punto del mundo, tal y como lo demuestra la historia en Santo
Domingo, Panamá, Haití, Granada, Vietnam, Yugoslavia, Afganistán e Iraq,
entre otros.