Por Rosalina Tamayo Arañó
Palma
Soriano, Santiago de Cuba, 5 oct.— Todas las quinceañeras cubanas por
tradición gustan de celebrar esta edad con fotos, fiestas y muchos
regalos. La realidad de nuestra isla hace que los padres se esfuercen
para cumplir este sueño adolescente y a pesar de eso no todas pueden
tener la gran fiesta o la revista única que guarda para el recuerdo la
top model de cada familia.
Odalis es una mujer esforzada y humilde
que vive en Maibio y padece de Acondropasia o enanismo, su hija
Odailis heredó esa enfermedad.
Provienen
de una familia con bajos ingresos económicos, pero ella quería que su
pequeña tuviera una linda fiesta de quince como todas sus amiguitas, nos
comenta, y muchos le dijeron que fuera al Poder Popular en busca de
ayuda. Allí se encontró con la sensibilidad de un colectivo que está
acostumbrado a dar tratamiento a las quejas, preocupaciones y problemas
de la población.
En esta ocasión el pedido era especial nos dice
Josefa Tur Torres, una de las secretarias que laboran en la sede, la
madre vino pidiendo ayuda para una celebración y nos conmovió a todos.
Le dijimos que confiara en nosotros que la íbamos a ayudar y Odailis
tendría su fiesta de quince.
Mis
compañeras y yo enseguida nos pusimos en función consultamos con los
vicepresidentes y la Presidenta que nos apoyaron con las ideas iniciales
y comenzamos a llamar a las entidades que más nos podían contribuir con
hacer realidad ese sueño de ambas.
Elizabet Pérez Mateo, es la
recepcionista de la sede del Poder Popular en Palma Soriano nos cuenta
“a todos los directivos que le planteábamos la idea de celebrar los
quince de la enanita, como cariñosamente nos decían que contáramos con
ellos. De esa manera la empresa de servicios le regaló un traje a su
medida, que fue confeccionado en la Atelier “La Elegante”, la
Alimentaria aportó el key, la fábrica de galletas también hizo su
aporte, comercio y gastronomía las botellas de Viña para el brindis, La
cafetalera, CIMEX, los cuenta propistas de “La estrella” y Educación les
hicieron útiles regalos.
La empresa de transporte puso un
ómnibus a disposición que pudiera acceder al lugar donde viven Odalis y
Odailis y hasta allá llegó una avalancha de cariño.
La presa
también fue invitada y tuve la suerte de vivir una experiencia
enriquecedora que me enorgullece como cubana, porque en esta tierra la
solidaridad es una actitud que parece estar en nuestra información
genética, para celebrar los quince de Odailis amigos, vecinos y muchas
voluntades se aunaron para que ella viviera un día inolvidable.
Pasada
las 10 de la mañana llegamos a casa de Odailis que nos esperaba
ansiosa, desde ese momento todo fue movimiento, ya los vecinos estaban
ayudando con muebles para los invitados. Olguita vino en representación
de Servicio y cuchillo en mano descueró el chivo que donó un vecino para
el almuerzo. Alexei Urquiza, otro vecino se hizo cargo de cocinar hasta
la caldosa, Enrique Suárez enseguida buscó su equipo de música para
ambientar la fiesta. Yami y Evi funcionarias de la dirección de trabajo y
educación se encargaron de vestirla y peinarla, la periodista llevó su
maquillaje porque sabía que haría falta y bajo su accesoria la
maquillaron, a pesar de su timidez lucía feliz ante tanto
desprendimiento.
Odailis Castro Rodríguez, la quinceañera en
muy breves palabras dijo sentirse feliz, porque no imaginó que la
celebración estaría tan buena.
Junto a Josefa y Elizabet las
madrinas que coordinaron la celebración, descubrió cada regalo que
agradecía con una sonrisa. Ella estudia primer año de la especialidad de
elaboración de alimento en el Instituto Politécnico agropecuario
Giraldo Córdova.
Odalis, la madre daba las gracias a todos los
que hicieron posible que su pequeña cumpliera un sueño, que ella sola no
podía hacerlo realidad.