Plaza de la revolución

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viernes, 31 de enero de 2014

Santiago de Cuba y el cumplimiento de su estimado de producción de café

Por Mariano Aldana Villalón

Santiago de Cuba, 31 ene.— Los caficultores santiagueros volvieron a ser noticia para el país al completar la ambiciosa cifra de un millón 485 mil latas de café recolectadas en la cosecha que está a punto de terminar.

Esta vez el anuncio de la victoria productiva se realizó en la zona montañosa de La Torcaza en el municipio Contramaestre, en reconocimiento a su desempeño eficiente en los más de 120 días de actividades.

De ese volumen recolectado, fue entregado a la industria un millón 389 mil latas para su procesamiento con destino a la exportación y al consumo nacional.

En la significación del esfuerzo realizado, Juan Martínez Cobos, director del Grupo de Montaña en Santiago de Cuba, señalaba que la provincia llegó a este momento con unas seis mil latas de café por encima lo previsto.

Los municipios que más aportaron en el cumplimiento del estimado fueron además Palma Soriano y Tercer Frente, este último con casi medio millón de latas de café recolectadas.

Santiago de Cuba no solo tuvo una destacada actuación en los acopios sino también, en el beneficio de la masa cafetalera.

Es bueno también mencionar que el sector Cooperativo y Campesino, las Unidades Básicas de Producción Agropecuarias, las Granjas Estatales y el Ejército Juvenil del Trabajo cumplieron igualmente con sus tareas.

Aún en la provincia se sigue acopiando café con lo cual se ratifica que Santiago de Cuba es la provincia mayor productora del país.

En su afán de producir más, los santiagueros se alistan ya para la venidera cosecha. En tal sentido iniciaron la campaña de agrotecnia y las atenciones culturales en las áreas donde se concluyeron los acopios.

En ese empeño hay que agregar, la siembra en unas 2 mil 500 hectáreas.

Victoria de Liordis Quesada en la octava ronda

Por José Raúl Castillo Argüelles Foto Javier Mola   

Santiago de Cuba, 31 ene.— Después de dos fechas desafortunadas el MF santiaguero Liordis Quesada pudo encontrar la senda de la victoria en la octava ronda del Campeonato Nacional de ajedrez que se disputa en Santa Clara al disponer del MI camagüeyano Mariano Ortega en jornada que aprovechó el líder de la competencia, GM habanero Yuri González, para reafirmarse en la cima gracias a su cuarto triunfo del evento, esta vez a costa del Mi villa clareño Diasmany Otero; desenlace que le resultó favorable pese a conducir las piezas negras.

Detrás de Yuri (6 puntos) figuran en las posiciones más ventajosas el GM holguinero Isam Ortíz, monarca defensor, y el MI habanero Carlos Hevia, ambos con 5 puntos acumulados.

Isam negoció tablas con el MI habanero Roberto García en tanto Hevia atrapó la unidad en su cotejo con el MF habanero Eduardo Méndez.

El siguiente peldaño es ocupado por el GM matancero Yusnel Bacallao con 4,5 unidades, quien disfrutó de fecha libre.

En estos momentos Liordis Quesada -según la página digital JiT- totaliza 4 puntos, lo mismo que atesoran el GM vilaclareño Aramís Álvarez y el MF granmense Leandro Guerra.

La tabla se completa con Roberto García (3,5) / Yasser Quesada (VCL) y Mariano Ortega (3) / Otero (2,5) / MI habanero Alexei Fernández (2) y finalmente Méndez (1,5).                                                                                                                                      
El pareo de la novena ronda es el siguiente: Isam-Otero, Aramís-García, Ortega-Alexei, Bacallao-Hevia, Méndez-Guerra y Yasser-Liordis.

La OEA y la CELAC, paradoja de la historia

Por Armando Fernández Martí

La historia también tiene sus paradojas. Hace apenas 48 horas terminó con todo éxito en La Habana, la Segunda Cumbre de la Comunicada de Estados Latinoamericanos y Caribeños, donde los 33 países de esta región del mundo se estrecharon en un fuerte abrazo de hermanos de la Patria Grande, que soñaron y por la cual lucharon Francisco Miranda, Simón Bolívar, José Martí, Fidel Castro y Hugo Chávez.

Pero hace 52 años la historia fue bien distinta, porque el 31 de enero de 1962 Cuba fue expulsada de  la Organización de Estados Americanos, la tristemente célebre OEA, durante la celebración de la Octava Reunión de Consultas de los Ministros de Relaciones Exteriores, que se llevó a cabo en Punta del Este, Uruguay.

El argumento para la expulsión de Cuba del Sistema Interamericano se basó en la Resolución Sexta de ese Foro, la cual establecía "la adhesión de cualquier miembro de la Organización de los Estados Americanos al marxismo-leninismo y al alineamiento de tal gobierno con el bloque comunista quebrantaba la unidad y solidaridad del hemisferio"

Claro está que quien dirigió la orquesta de este ministerio de colonias, como la llamó el canciller de la dignidad Raúl Roa, era Estados Unidos, la misma nación que en 1823 formuló la Doctrina Monroe señalando que "América era para los americanos", y en 1845 la Doctrina del Destino Manifiesto, es decir, que gracias a la providencia, Norteamérica fue designada a extender su hegemonía sobre todo el continente.

Para ser efectivas tales doctrinas el imperio impondría a la América Latina Tratados de la Junta Interamericana de Defensa, en 1948; el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca en 1947 y un año después, en 1948 se creaba la Organización de Estados Americanos, la OEA.

Ninguno de esos tratados hizo nada por la unidad del Sistema Interamericano de Naciones, por el contrario, mantuvo su hegemonía sobre esos países mediante el dominio de sus economías y si fuese preciso, mediante el uso de la fuerza como sucedió en varias naciones donde el imperialismo intervino militarmente.

La Revolución Cubana fue una espina que se clavó en el corazón de los Estados Unidos, como lo ha demostrado la historia, y por tanto, esa herida llegó también a la OEA, pues en el propio enero de 1959 durante su visita a Venezuela el Comandante en jefe Fidel Castro había proclamado: "¿Hasta cuándo vamos a ser víctimas de intereses poderosos que se ensañan con cada uno de nuestros pueblos? ¿Cuándo vamos a lanzar la gran consigna de unidad?"

Tendrían que pasar 55 años desde entonces hasta hoy, para que esa consigna se hiciera realidad, para que nuestros pueblos fueran verdaderamente libres, independientes y unidos, para que el gigante de las siete leguas no nos siga acechando y para que la América para los americanos no siga siendo de los hombres de pelo rubio y ojos azules sino que sea para el indio, para el gaucho, para el negro, para el minero, para el salitrero, es decir, la América de bolívar y de Martí, nuestra América.

Con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, puede decirse que la OEA forma parte ya del basurero de la historia.