Por Mariano Aldana VillalónSantiago de Cuba, 5 mar.— Aunque los acopios de café terminaron, la actividad fabril continúa en la provincia santiaguera para comercializar hasta el último grano recogido, tanto para la exportación como el consumo nacional.
A pesar de ello, la provincia decidió
hacer un alto en esta importante actividad para anunciar que finalizaba
de forma oficial la cosecha cafetalera en la que se superó el 1 400 000
latas del cerezo.
Justo en Tercer Frente, el municipio mayor productor de café en el país, se hizo la plenaria final de la cosecha. El empeño emprendido por este municipio serrano permitió llegar a las MIL toneladas de café acopiadas y con ello superar a su homólogo de Maisí, en la provincia Santiago de Cuba.
La dirección de café en el territorio santiaguero resaltó el papel que ya se viene haciendo por los caficultores, que sin a penas descansar de la actividad de los acopios, prolongada por más de un centenar de días, tienen hoy la misión de preparar las condiciones técnico-materiales para la venidera cosecha cafetalera.
Indiscutiblemente el esfuerzo contempla sembrar no menos de 2 400 hectáreas de café, el acondicionamiento de las todas las instalaciones -campamentos y centros de beneficios- y garantizar la base alimentaria para los hombres y mujeres que se movilizarán cuando se inicie la recogida.
De igual forma se impulsará el programa de atenciones culturales que va desde la limpia y el deshije de las plantaciones cafetaleras hasta la importante regulación de sombra.
Justo en Tercer Frente, el municipio mayor productor de café en el país, se hizo la plenaria final de la cosecha. El empeño emprendido por este municipio serrano permitió llegar a las MIL toneladas de café acopiadas y con ello superar a su homólogo de Maisí, en la provincia Santiago de Cuba.
La dirección de café en el territorio santiaguero resaltó el papel que ya se viene haciendo por los caficultores, que sin a penas descansar de la actividad de los acopios, prolongada por más de un centenar de días, tienen hoy la misión de preparar las condiciones técnico-materiales para la venidera cosecha cafetalera.
Indiscutiblemente el esfuerzo contempla sembrar no menos de 2 400 hectáreas de café, el acondicionamiento de las todas las instalaciones -campamentos y centros de beneficios- y garantizar la base alimentaria para los hombres y mujeres que se movilizarán cuando se inicie la recogida.
De igual forma se impulsará el programa de atenciones culturales que va desde la limpia y el deshije de las plantaciones cafetaleras hasta la importante regulación de sombra.
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