Ailín vuelve a ser una niña feliz

Por Rosalina Tamayo Arañó

Santiago de Cuba, 5 mar.— La ampliación de los servicios de rehabilitación física en las diferentes áreas de salud del municipio Palma Soriano es agradecida por la población.

Historias como la de la niña Ailín Rosabal Regalado se viven en estos centros de salud.

Ailín vuelve a ser una niña feliz gracias a la voluntad de su madre y el empeño de profesionales palmero de la salud. Ivonne Regalado Cámbara, madre de Ailín, nos dice que su niña era feliz hasta tanto comenzó con la enfermedad de Guillen Barre.

Con lágrimas recuerda que la niña se deprimió muchísimo, por la emoción se entrecortan las palabras y nos comparte que los momentos más duros de su vida los ha pasado con ella, puesto que la niña no quería comer, lloraba constantemente y a la hora que empezaron los tratamientos en la sala de rehabilitación, estaba muy deprimida y ella como mamá se encontraba desesperada.

La Especialista en Medicina Física y Rehabilitación, la Dra Norma Sánchez Colmenero nos explica que la paciente Ailín llegó al centro con un diagnóstico de la enfermedad de Guillen Barret, que se produce por un padecimiento de los nervios periféricos, que provoca gran debilidad muscular.

Nos comenta la Dra Norma que se presentó al servicio con pérdida de la fuerza muscular en los miembros inferiores y realmente pensaron que la rehabilitación se iba a demorar mucho tiempo por el estado constitucional de la  paciente, muy  débil física y mentalmente.  Sin embargo a solo 3 meses de la rehabilitación, Ailín comenzó a dar pasos.

La especialista señala que los resultados obtenidos con Ailín fueron gracias al trabajo que realizó la parte médica, el rehabilitador, la terapista ocupacional, la psicóloga, y fundamentalmente la madre quien participó de forma activa en la rehabilitación de su hija. 

A un semestre del tratamiento los logros eran notables. La profesionalidad del Lic. Rodolfo Roldán Cabrera, rehabilitador físico, se impuso a su juventud. Y así nos cometa para Tvsantiago que  para él, el caso de Ailín es uno de los  más difíciles que ha tenido en su corta carrera de 5 años de experiencia como  profesional y uno de graduado.

Rodolfo señala que la niña llegó a la sala en unas condiciones muy críticas, ya que tenía ausencia total de movimientos en miembros inferiores, con debilidad de los superiores y tronco.

Nos dice que se le aplicaron varias técnicas para potencializar músculo y conseguir que caminara. Por eso Ivonne, la madre de Ailín,  satisfecha nos comenta que tiene mucho que agradecer al colectivo de trabajo de la Sala de Rehabilitación, del Policlínico Sur de Palma Soriano que en muy corto tiempo le recuperó a su hija.

Enfatiza que todoslos compañeros ayudaron psicológicamente a su niña con el cariño y la dedicación pero sobre todo quiere resaltar el trabajo incondicional del licenciado Rodolfo, la doctora Norma y la licenciada  Idalmis, terapeuta ocupacional.

Ivonne se queda sin palabras, de sus ojos brotan lágrimas, pero rápidamente las borra al mirar a su niña que ahora sonríe con toda la gracia de sus 10 años.