Plaza de la revolución

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jueves, 19 de abril de 2018

Aseguran ciclo alimentario en comunidades santiagueras gracias a proyecto de desarrollo

Por Israel Hernández Planas

Santiago de Cuba, 19 abr.— Incrementar en varios Consejos Populares de Santiago de Cuba la crianza de animales es uno de los objetivos del Proyecto para el Fortalecimiento del desarrollo agropecuario, conocido como SINO. El programa vincula a varias familias de tradición campesina con una mayor capacitación para elevar los rendimientos productivos.

Todos los días Nicolás Leonard Boissant agradece a la vida la existencia de su padre Israel Boissant. Desde pequeño el experimentado campesino inculcó a su retoño el amor por el campo y el respeto por las especies del reino animal. Es por ello que cuando el proyecto SINO llegó a su finca en la localidad de Siboney ya esta familia tenía un camino recorrido en la crianza de animales.

“Siempre me gustó criar en la casa. Mis hijos crecieron viéndome entre animales diversos aunque los cerdos y las aves siempre fueron el fuerte de la familia. Creo que de ahí viene la pasión en Nicolás”, apunta Israel Leonard Boissant mientras ve a su hijo cargar materiales de construcción para una nueva tarima de especies caprina.

La crianza la realizaban del modo popular y sin pensar mucho en la ciencia y los requerimientos que hay detrás de una producción eficiente. 

Hoy el proyecto impulsado por la Asociación Cubana de producción animal en la ciudad de Santiago les va legando los conocimientos y la tecnología para erigirlos como productores de ganado ovino-caprino destacados en el Consejo Popular.

“Nos ilustraron mucho sobre la producción de ovejas y cabras y sus beneficios. A eso sume que nos ayudaron para construir una tarima para el ordeño y conjunto de recursos que están teniendo mucho impacto en la reconfiguración de la finca como especializada en ovino-caprino”, explica Nicolás.

Otra arista importante  ha sido la capacitación. “Hay veces que mi hijo no ha podido ir y voy yo a cada clase. Luego vengo y socializo con el las cosas que dijeron en la capacitación y así aprendemos los dos”, dice sonriendo el anciano campesino.

Desde el entarimado para las cabras, equipos de bombeo y acopio de agua, hasta una capacitación integral todo un conjunto de elementos hacen que hoy padre e hijo estén a un paso de lograr su anhelo de beneficiar conjuntamente a la familia y a la comunidad donde residen.

Como ellos y gracias al proyecto SINO una treintena de productores juegan un rol esencial en la seguridad alimentaria de varios Consejos Populares de Santiago de Cuba.

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