Santiago de Cuba, 5 mar.— En una modesta vivienda de La Habana murió el 5 de marzo de 1933, a la edad de 79 años, el destacado patriota y periodista Juan Gualberto Gómez, el entrañable amigo de José Martí a quien quería y respetaba y lo llamó: “mi hermano mulato”
Juan Gualberto había nacido el 12 de julio de 1854 en el ingenio Vellocino, Sabanilla de Encomendador, Matanzas, y era hijo de esclavos que con sus ahorros compraron la libertad del infante para que naciera libre.
Durante los primeros años de su niñez pudo estudiar y a los 14 años fue enviado a París para que se especializara en ebanistería, en una célebre fábrica de carruajes, pero por su aplicación pudo después cruzar estudios superiores e ingresó en la especialidad de ingeniería.
Sin embargo, debido a las penurias económicas no pudo continuar la carrera y se dedicó al riesgoso oficio de periodista, colaborando con varios diarios franceses, belgas, suizos, además de laborar en casas de comercio.
En 1890 regresa a Cuba, funda el periódico La Fraternidad y escribe artículos a favor del separatismo, lo que lo llevó a prisión por varios meses. Al fundarse por José Martí en 1892 el Partido Revolucionario Cubano, Juan Gualberto Gómez es invitado por el Apóstol a participar en la preparación de la guerra necesaria y es designado Delegado de esa organización partidista en Cuba, asignándosele la misión de unir en la isla a los revolucionarios para librar la lucha por la independencia.
Fue Juan Gualberto Gómez quien precisamente el 29 de enero de 1895 recibió el mensaje de José Martí con la orden de alzamiento la que fue transmitida a los jefes complotados, escogiéndose la fecha del 24 de febrero de ese propio año para el reinicio de la gesta independentista.
Después de la guerra, Juan Gualberto formó parte de la Asamblea Constituyente que redactaría la primera Constitución de la República y desde esa posición, fue el más firme opositor de la Enmienda Platt que daría nacimiento a una República Mediatizada dependiente de Estados unidos.
Este amigo del alma de José Martí fue consecuente con las ideas del Apóstol y las defendió hasta su muerte, ocurrida el 5 de marzo de 1933, hace hoy 85 años, y por ello, contará siempre con el agradecimiento de la Patria y de su pueblo.
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