Plaza de la revolución

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viernes, 20 de octubre de 2017

La Bayamesa, símbolo de la nación

Por Lourdes Palau Vázquez

Santiago de Cuba, 20 oct.— El mes de octubre del año 1868 resultó convulso para los cubanos, sucesos imborrables marcaron a la Patria para siempre, fue el diez que Carlos Manuel de Céspedes en el ingenio La Demajagua tras el repicar de una histórica campana proclamaba la igualdad de todos los hombres, blancos, negros, e instaba a sus esclavos a luchar por la independencia.

El 11 enardecidos por el llamado a la libertad, a romper ataduras y cadenas, ocurre el primer encuentro entre el Ejercito Libertador y las fuerzas españolas en el poblado de Yara, donde los primeros resultaron derrotados, sin embargo se conoció como Grito de Yara y representó el inicio del combate por la soberanía de Cuba.

A pesar del suceso los cubanos no se amilanaron y continuaron por diversas vías la emancipación de una isla oprimida por los españoles, se fueron sumando patriotas a la causa, se crea la primera República en Armas y deciden atacar a Bayamo el 18 de ese propio mes, una plaza importante para la insurrección.

Fue así que tras la rendición de las fuerzas españolas en Bayamo ante las tropas mambisas del Ejército Libertador comandadas por Carlos Manuel de Céspedes, en medio de una gran efervescencia revolucionaria que el 20 de Octubre se entona el himno de Bayamo, que fue como se le nombró inicialmente. Corresponde el mérito de haberlo escrito al patriota Pedro Figueredo, Perucho, que lo había compuesto meses antes.

De mano en mano corrieron las estrofas del patriótico canto que insta al combate por la Patria y recoge la historia que fue cantada por vez primera el 20 de octubre de 1868 con la convicción de que su letra y la forma en que Perucho unido a las tropas bajo el mando de Céspedes la escribió y a decir de José Martí sobre el suceso fue "la hora más bella y solemne de nuestra patria".

Escrita por un bayamés, patriota ilustre, su letra insta a sus coterráneos a la lucha por la libertad. Sin embargo estaba lejos de imaginar que su inspiración uniría para siempre en los más disimiles escenarios a una nación. El himno nacional nos estremece, nos traza el camino, nos acompaña en los combates por la Patria nueva, encarna a héroes y mártires de la Patria y sus estrofas cada día parecen renovarse como lo que son, un símbolo de la nación que enaltece, convoca y resguarda la libertad.

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