Plaza de la revolución

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sábado, 3 de diciembre de 2016

Santiago de Cuba con brazalete rojo y negro del M-26-7

Por Marlene Montoya Masa
 
Santiago de Cuba, 3 dic.— Hombres, mujeres, jóvenes y niños de Santiago de Cuba llevan con orgullo el brazalete rojo y negro del Movimiento 26 de Julio, para rendir homenaje a su líder, el eterno Comandante en Jefe Fidel Castro, fallecido el 25 último.

Ese símbolo revolucionario va ceñido al brazo de trabajadores, estudiantes, médicos, enfermeras y enfermeros, constructores, combatientes, jubilados, en fin del pueblo todo...
 
Están confeccionados en talleres, también en el hogar por madres y abuelas e, incluso, hasta por los propios pioneros como es el caso de Ramón Pons, quien cursa el quinto grado y lo hizo con sencillez, dada su creatividad infantil.
 
Sus dos colores y el blanco de la letra y dos números significan lucha, resistencia y audacia, valores que distinguieron a los combatientes en la clandestinidad, los mismos que empeñaron su palabra con Fidel para apoyar la llegada del yate Granma, en 1956.
 
Seis décadas después de estrenarse en Santiago de Cuba el brazalete rojo y negro en el levantamiento armado organizado por Frank País, vuelven las calles a llenarse de ese distintivo.
 
Y no podía ser de otra manera en la rebelde, heroica y hospitalaria ciudad, donde vivió Fidel parte de su niñez y estudió en los colegios católicos de La Salle y Dolores.
 
En esta legendaria tierra oriental lo acogió la Granjita Siboney, lugar de partida para el asalto al Cuartel Moncada, las cárceles de Boniato y del antiguo Vivac por su participación en ese hecho, y el Palacio de Justicia, donde se inició el juicio por los hechos del 26 de julio de 1953.
  
Aquí también asumió su autodefensa conocida como La Historia me Absolverá, en la salita de enfermeras del Hospital Civil Saturnino Lora, y años más tarde la Sierra Maestra le dio cobija para reorganizar a los revolucionarios después del duro golpe de Alegría de Pío.
 
En esas montañas está La Plata, donde el 17 de enero de 1957 Fidel dirigió la primera acción armada del naciente Ejército Rebelde contra el cuartel de las tropas batistianas, en la cual salió victorioso, al igual que en Uvero, el 28 de mayo, donde la guerrilla alcanzó la mayoría de edad, al decir del Che. 
 
Bajo su mando directo estuvo la Columna Uno José Martí participando en casi todas las operaciones y combates más importantes durante la guerra, en el territorio del Primer rente Rebelde.
 
A Santiago de Cuba entró triunfante el primero de enero de 1959 y proclamó la victoria desde uno de los balcones del Antiguo Ayuntamiento.
 
En pocas horas Fidel volverá a Santiago, como lo hizo tantas veces en su intenso bregar como revolucionario.
 
El pueblo lo espera con el brazalete rojo y negro.

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