Por Karina Sotomayor OteroSantiago de Cuba, 20 feb.— El compositor José María Vitier y su esposa Silvia Rodríguez Rivero le obsequiaron un concierto especial a Santiago de Cuba por sus 500 años. Música de piano, versos inéditos y una exposición de artes plásticas completaron un programa exclusivo para la ciudad que inició a Vitier en el mundo del arte.
José María Vitier conmueve con su música
a la televisión, el teatro, el cine, la radio y a Santiago de Cuba.
Cada vez que el compositor llega a la ciudad de sus inicios, como le
llama, un hogar le recibe.
En la Sala de Conciertos Dolores Vitier conquistó el piano, y por la ciudad de 500 años venció la timidez y dio voz a esos textos que juró nunca publicar… Fueron ocho temas los que José María hilvanó con sus poemas; entre el público, estaba Silvia, su testigo de vida por más de cuarenta años, ella presenció un espectáculo que solo sucede en casa: el compositor también le cantó a Santiago de Cuba.
Pero
esta vez José María tenía el compromiso de acompañar a Silvia, la
productora musical, guionista y también pintora. Era necesario estar
junto a ella en el Centro Cultural San Antonio Maria Claret, porque allí
se mostraron esas obras que tantas veces la desvelaron.
Treinta y seis piezas Silvia incluyó en la exposición "El reino de otro mundo", entre los lienzos y la madera, la música también aparecía. Y es que Silvia llegó a la pintura al mismo tiempo que a Vitier le nacían versos.
"Me encanta trabajar con la madera de la palma, esas palmas caídas yo las rescaté y una vez que se trabaja ese material es como un cristal, no pensé que fuera tan hermoso trabajarlo y crear cosas. De pronto están mis obras aquí, piezas de las que nunca me separo y al verlas cuidadosamente instaladas en esta galería, tal parece que fueron hechas para vivir aquí, para ser mostradas en este bello lugar. Por eso estoy muy emocionada con esta exposición y con Santiago de Cuba, cuidad a la que tanto le debe toda mi familia", dijo a Tvsantiago Silvia Rodríguez.
Vitier junto al piano, sus versos y canciones la inspiran, por eso las obras son los paisajes que a su paso deja la música en la mujer cautiva por la pintura.
En la Sala de Conciertos Dolores Vitier conquistó el piano, y por la ciudad de 500 años venció la timidez y dio voz a esos textos que juró nunca publicar… Fueron ocho temas los que José María hilvanó con sus poemas; entre el público, estaba Silvia, su testigo de vida por más de cuarenta años, ella presenció un espectáculo que solo sucede en casa: el compositor también le cantó a Santiago de Cuba.
Pero
esta vez José María tenía el compromiso de acompañar a Silvia, la
productora musical, guionista y también pintora. Era necesario estar
junto a ella en el Centro Cultural San Antonio Maria Claret, porque allí
se mostraron esas obras que tantas veces la desvelaron. Treinta y seis piezas Silvia incluyó en la exposición "El reino de otro mundo", entre los lienzos y la madera, la música también aparecía. Y es que Silvia llegó a la pintura al mismo tiempo que a Vitier le nacían versos.
"Me encanta trabajar con la madera de la palma, esas palmas caídas yo las rescaté y una vez que se trabaja ese material es como un cristal, no pensé que fuera tan hermoso trabajarlo y crear cosas. De pronto están mis obras aquí, piezas de las que nunca me separo y al verlas cuidadosamente instaladas en esta galería, tal parece que fueron hechas para vivir aquí, para ser mostradas en este bello lugar. Por eso estoy muy emocionada con esta exposición y con Santiago de Cuba, cuidad a la que tanto le debe toda mi familia", dijo a Tvsantiago Silvia Rodríguez.
Vitier junto al piano, sus versos y canciones la inspiran, por eso las obras son los paisajes que a su paso deja la música en la mujer cautiva por la pintura.
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