Por Noris Rosado FigueredoSantiago de Cuba, 20 ene.— Como se ha explicado en otras ocasiones, Cuba es un país envejecido, de ahí que se haga necesario continuar una labor educativa con las más jóvenes generaciones, con el objetivo de elevar el respeto y la colaboración con las personas que peinan canas, debido a sus muchos años.
Hace varios días, el periódico Granma
publicó que Cuba presenta un alto índice de Desarrollo Humano y, que la
esperanza de vida al nacer, alcanza los 79 años.
Sin embargo, todavía no están creadas todas las condiciones para dar respuesta al envejecimiento poblacional.
Justo es de destacar, que las instituciones gubernamentales trabajan para dar solucionar a esta situación, pues aún no son suficientes las Casas de Abuelos y Hogares de Ancianos.
Sin embargo sabemos que se han organizado Círculos de Abuelos en las comunidades y que las instituciones de la salud, juegan un rol importante para prevenir y garantizar, la calidad de vida de las personas de la tercera edad.
La familia, considerada la célula fundamental de la sociedad, está llamada a enfrentar más directamente el envejecimiento de abuelos y padres.
No basta con darle los alimentos a los viejitos. Éste necesita de cariño, respeto y otros muchos cuidados, que les permitan mantener en alto la autoestima, que se sientan queridos y atendidos.
Es cierto que los adultos mayores van perdiendo capacidad y facultades mentales, pero por eso no deben ser maltratados ni humillados. Todo lo contrario, deben ser comprendidos y apoyados.
Hoy día, vemos como muchas personas han perdido sensibilidad y se burlan de los viejitos, los ofenden y no son capaces de ayudarlos a subir a un ómnibus o a cruzar una calle, para evitar que sufran un accidente.
Por cada día que pasa, hay que recordar y llevar a la práctica las palabras del Papa Francisco en su visita a Cuba, cuando expresó que "los abuelos son nuestra memoria viva", por tanto, para ellos, el respeto, el amor, el calor del hogar y la bendición de la familia y de la sociedad.
Sin embargo, todavía no están creadas todas las condiciones para dar respuesta al envejecimiento poblacional.
Justo es de destacar, que las instituciones gubernamentales trabajan para dar solucionar a esta situación, pues aún no son suficientes las Casas de Abuelos y Hogares de Ancianos.
Sin embargo sabemos que se han organizado Círculos de Abuelos en las comunidades y que las instituciones de la salud, juegan un rol importante para prevenir y garantizar, la calidad de vida de las personas de la tercera edad.
La familia, considerada la célula fundamental de la sociedad, está llamada a enfrentar más directamente el envejecimiento de abuelos y padres.
No basta con darle los alimentos a los viejitos. Éste necesita de cariño, respeto y otros muchos cuidados, que les permitan mantener en alto la autoestima, que se sientan queridos y atendidos.
Es cierto que los adultos mayores van perdiendo capacidad y facultades mentales, pero por eso no deben ser maltratados ni humillados. Todo lo contrario, deben ser comprendidos y apoyados.
Hoy día, vemos como muchas personas han perdido sensibilidad y se burlan de los viejitos, los ofenden y no son capaces de ayudarlos a subir a un ómnibus o a cruzar una calle, para evitar que sufran un accidente.
Por cada día que pasa, hay que recordar y llevar a la práctica las palabras del Papa Francisco en su visita a Cuba, cuando expresó que "los abuelos son nuestra memoria viva", por tanto, para ellos, el respeto, el amor, el calor del hogar y la bendición de la familia y de la sociedad.
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