Plaza de la revolución

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sábado, 16 de mayo de 2015

Percepción del peligro, las decisiones que le pueden salvar la vida


Percepción del peligro, las decisiones que le pueden salvar la vidaPor Israel Hernández Planas

Santiago de Cuba, 16 may.— La percepción del peligro y el conocimiento de los riesgos son elementos importantes que debe manejar la población ante la cercanía de un fenómeno natural. De ello dependen en gran medida las acciones que se ejecutan para salvar la vida y los medios materiales.

Reconocer las vulnerabilidades de nuestro entorno es crucial para mantenerse a salvo antes, durante y después de un huracán, sismo o cualquier otra contingencia. Muchos ejemplos en Santiago de Cuba ilustran lo anterior.

A los residentes del costero poblado de aguadores le quedarán por siempre en la memoria la desolación que presenciaron cuando retornaron a sus hogares tras el paso de Sandy. 

En una suerte de previsión aparejada a las labores de evacuación todos salvaron la vida, aun cuando el huracán cercenó hasta las viviendas mejor construidas en esta playa ubicada al este de la entrada de la bahía. Todos marcharon a un lugar seguro mientras el mínimo de personas, los mejores preparados, quedaron para cuidar del poblado, aunque no hubiera mucho que hacer. De no ser por las cuevas y pedruscos elevados que están enclavados en el sitio y a los que acudieron cuando arreció la tormenta no serían hoy testigos vivos del desastre natural.

Percepción del peligro, las decisiones que le pueden salvar la vidaLo cierto es que la percepción del peligro y el conocimiento de los riesgos que acarrean los fenómenos naturales son elementos esenciales para salvar la vida. Por experiencia lo tienen los residentes de Aguadores cuya evacuación fue realmente efectiva.

Saber cuáles son nuestras debilidades según la contingencia que se enfrente es vital para adoptar las medidas precisas que nos protejan. Es una fórmula simple, ante cualquier bien material está la vida, si esta se pierde de nada servirán los objetos. A ello nos enseñan los ejercicios meteoros que año tras año se realizan en nuestro país. Prestar atención a cada actividad práctica es la garantía de no estar “en pelotas” cuando se aproxime un evento natural.

En el caso de las entidades estatales mantener actualizadas las políticas para preservar los medios materiales es otra asignatura que se debe estudiar día a día con todas las variantes posibles. De modo que cuando sople el viento lejano y se active la primera fase la reacción debe ser el no restar importancia a los eventos, por menores que parezcan. He ahí la esencia para soportar con el menor riesgo posible todas las tormentas.

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