Santiago de Cuba, 25 jul.— “Cuando llegue la luna llena iré a Santiago de Cuba…”. No sabemos qué motivó al célebre poeta español García Lorca para cantarle así a esta ciudad. Pero lo cierto es que bajo la luna llena o el ardiente sol, Santiago es un lugar encantador o mejor digamos: cautivador.
Y tal vez por eso, con una visión adelantada de siglos, fue que aquel 25 de julio de 1515, hace 503 años, en un valle delimitado por las cordilleras de El Cobre, Boniato y la Gran Piedra, Diego Velázquez decidió levantar en este lugar casi al fondo de una hermosa bahía de bolsa, lo que es hoy la ciudad de Santiago de Cuba, séptima villa fundada por los españoles en la isla.
Y a la villa le nombraron entonces Santiago por ser Santiago Apóstol el santo patrón del rey de España, aunque los aborígenes no dejaron nunca de llamarle Cuba, en un gesto muy temprano de la rebeldía que desde entonces caracterizó a los santiagueros. La historia de Santiago de Cuba data ya de más de cinco siglos y sería por tanto, muy difícil de contar en unas pocas líneas. Pero hay hechos significativos que darían la medida de lo que fue, es y será por siempre esta ciudad en la gran historia de la Patria.
Digamos que Santiago de Cuba fue la capital del país hasta 1589 en que se trasladó para La Habana. En 1522, siete años después de fundada se le concedió el título de Ciudad y sede del obispado de la isla, además de concedérsele el título de MUY Noble y muy Leal en 1552, por la valentía demostrada por sus hijos en la defensa de la villa.
Decía un colega periodista, “que toda Cuba está en Santiago y todo Santiago está en Cuba”. Perfecta imagen para definir a esta ciudad, que ha aportado a nuestro país a lo largo de su historia muchas riquezas en la cultura y el patriotismo con el aporte de más de 30 Generales a la Guerra de Independencia y figura de la talla de Antonio y José Maceo; de Frank y Josué País, entre miles de hijos que ofrendaron sus vidas por la libertad de la Patria.
Santiago de Cuba es hoy la capital de una provincia de más de más de un millón de habitantes; es la segunda capital del país y la segunda economía de la nación entre otros aspectos económicos y sociales, además de ser la única ciudad del país que posee el título honorífico de Héroe de la República de Cuba, el cual se le otorgó por sus incuestionables méritos históricos a lo largo de cerca de cinco siglos de existencia.
La mejor definición de Santiago de Cuba está expresada en este poema de Waldo Leyva: “Si encuentras alguna piedra / que no haya sido anzada contra el enemigo / Si descubres una calle / por donde no haya pasado ningún héroe / si desde el Tivolí no se ve el mar / si hay alguna ventana / que no se haya abierto nunca a las guitarras / si no encuentras ninguna puerta abierta / puede decir entonces que Santiago no existe”
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