Plaza de la revolución

Plaza de la revolución
Plaza de la revolución

sábado, 21 de abril de 2018

A propósito del día internacional de los Monumentos

Por Lourdes Palau Vázquez

Santiago de Cuba, 21 abr.— Santiago de Cuba una ciudad hermosa, es pródiga en monumentos tal como su historia y así en muchos lugares se registran a través de sus hazañas, personalidades que consignan pasajes sublimes de la patria y de la sociedad.

Desde el 10 de Octubre del 2017 en el cementerio Santa Ifigenia uno de estos monumentos, el de Mariana Grajales, la heroica mambisa, de vientre pródigo y dignidad probada enaltece el alma de las mujeres cubanas, ubicado en el área patrimonial del camposanto monumento nacional de la República de Cuba.

La obra del escultor santiaguero Alberto Lescay Merencio nombrada: Mariana, Madre Ceiba, Madre Patria, tiene una altura de 4. 6 metros y está sustentada con tierra santiaguera de Majaguabo, municipio de San Luis.

El monumento rodeado de rosas, posee como base la figura de un viejo tronco de una gran Ceiba donde descansa en la cima el busto de Mariana Grajales, simbolizando su dureza patriótica y la entrega familiar por la causa libertaria.

Cuando fue enclavado para orgullo del pueblo de Cuba y de manera especial para los santiagueros el historiador Eusebio Leal Spengler, refiriéndose a la heroína expresó:'

"Cuando se produce el alzamiento en Majaguabo, en San Luis, el 12 de octubre de 1868, en la finca de nueve caballerías que tenía allí Marcos Maceo y su familia, Mariana se va a convertir en la protagonista principal de esta escena. Habiendo criado a sus hijos en el rigor de sus costumbres, en la fiereza de sus tradiciones y el dominio que tenía de la educación y del que debía imponerse a un grupo numeroso de jóvenes varones, toma la trascendental decisión de convocarlos a todos aquel día, después de que un destacamento patriótico tocó a sus puertas pidiendo comida, armas y, desde luego, hombres". 

"A ese llamamiento saldrían tres de sus hijos, entre ellos el primogénito de su matrimonio con Marcos: José Antonio de la Caridad Maceo y Grajales. Se dice que allí -y así está en el hermoso monumento en La Habana a Antonio Maceo, en el altorrelieve que lo preside-, tomó de la pared de la sala un crucifijo y dijo a todos: “De rodillas todos, padres e hijos, delante de Cristo, que fue el primer hombre liberal que vino al mundo, juremos libertar la patria o morir por ella. Todos salieron a la lucha. El primero en caer en ella fue su esposo Marcos, y cuentan, si no fue de las heridas inmediatamente, otros afirman que en un hospital sus últimas palabras fueron: He cumplido con Mariana”.

Leal Spengler aseguró ese propio día "Y es que el culto a la historia y el culto a las mujeres y a los hombres ilustres es el oficio y el deber del Estado, y es el nuestro como ciudadanos de un país libre".

No hay comentarios:

Publicar un comentario