Plaza de la revolución

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viernes, 27 de diciembre de 2013

Céspedes y el Decreto de la abolición de la esclavitud

Por Armando Fernández Martí

Santiago de Cuba, 27 dic.— El 10 de octubre de 1868, reunido junto a otros 500 compatriotas en el patio del ingenio La Demajagua, Carlos Manuel de Céspedes le dio la libertad a sus esclavos y los invitó como hombres libres a luchar por la independencia de Cuba.

Ese gesto tuvo seguido después por los demás hacendados que secundaron a Céspedes en el estallido insurgente marcó sin dudas, uno de los momentos más sublimes y hermosos de la Revolución que se iniciaba, al sentar las bases de la integración étnica en Cuba; una nación que comenzaba a forjarse como tal a partir de esa histórica fecha.

Sin embargo, no fue hasta el 27 de diciembre de ese año que el Gobierno Revolucionario en Armas, constituido en Bayamo, presidido por Carlos Manuel de Céspedes, le dio carácter legal a ese gesto mediante el Decreto de la Abolición de la Esclavitud, sin precedentes en toda la historia independentista de América.

La abolición de la esclavitud proclamada por Céspedes en La Demajagua quedó plasmada en el Manifiesto rubricado ese día, dejando libre voluntariamente a los que sus propietarios dieran esa condición, es decir, que era aquella una extinción de la esclavitud gradual y condicionada.

No obstante, el Decreto de la Abolición firmado por Céspedes el 27 de diciembre en Bayamo señalaba: “La Revolución de Cuba al proclamar la independencia de la Patria, ha proclamado con ello todas las libertades y mal podría aceptar la grande inconsecuencia de limitar aquellos a una sola parte de la población del país. Cuba Libre es incompatible con la Cuba esclavista”

De ese momento escribiría José Martí años después: “Y fue más grande Céspedes cuando el 10 de octubre de 1868 llamó a su lado a los negros y mulatos esclavos, los hizo libres y los invitó junto a los blancos a conquistar la independencia para establecer una República con oportunidades para todos”

Esa grandeza del Padre de la Patria se agiganta cada vez más ante los ojos de nuestro pueblo que, sin dudas, comenzó a forjarse étnicamente a partir de ese 27 de diciembre de 1868, hace hoy 145 años.

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