Plaza de la revolución

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sábado, 30 de diciembre de 2017

San Pedrito hace realidad sus sueños

Cumplida la reposición de las 1 973 viviendas previstas, cobra vida ya la nueva imagen arquitectónica de la barriada santiaguera

Texto y Foto  Eduardo Palomares Calderón

Camino a los 60 años de la victoria, la obra de la Revolución se renueva con frescura y estrategia integradora, en el programa de transformación social emprendido en el 2011 en San Pedrito, barrio santiaguero donde cada mañana sus pobladores abren los ojos con el asombro de los sueños hechos realidad.

Localizado en la zona baja del norte de la bahía, y desde su surgimiento en los albores del siglo XX caracterizado por precarias condiciones agudizadas con el crecimiento demográfico, muchas resultan las vivencias sobre los cambios operados, en beneficio de una población que diera un valioso aporte a la lucha revolucionaria.

«Nací aquí en 1953 –expone Marcia Collazo Gutiérrez–, yo vivía a orillas del río San Pablo, y cada vez que llovía fuerte o venía un ciclón había que evacuarnos. A veces un temporal nos hacía pasar una terrible madrugada, de ahí que al ver este anhelo de tantos años, tenga que agradecerle a la Revolución el fin de esa pesadilla».

«Ahora da gusto vivir aquí –refiere Iris Tania Rodríguez Alfaro–, pero no podemos olvidar que éramos mucha gente con la mayoría de las casas en mal estado, con situaciones sanitarias difíciles y llenas de otros problemas, como la mía en que por inundaciones perdimos más de una vez colchones, equipos electrodomésticos y ropas».

Sin dudas, la memoria histórica de este proyecto sin precedente en la nación debe conservarse, pues no pocos desconocen cómo en medio de la tensa situación financiera y económica internacional, del reclamo de las heridas de los huracanes Sandy, Matthew e Irma, tan complicada y millonaria inversión haya seguido adelante.

LA PRIMERA BATALLA

Aprobada por la máxima dirección del país, la rehabilitación integral de San Pedrito está dirigida al desarrollo urbano y social de la barriada, a través del mejoramiento de las condiciones del fondo habitacional, la adecuación de la infraestructura en general, y la integración comunitaria de sus 29 000 habitantes, quienes cuentan con un total de 9 845 viviendas.

Dentro de ese espectro, al decir del ingeniero Gilberto Romero Saunder, vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial para la atención del sector de la construcción, la prioridad inicial recayó en 3 045 viviendas de 9 721 pobladores, entre las cuales era necesario reponer 1 917, y someter a acciones de rehabilitación y conservación las 1 128 restantes.   

Sin imaginar el golpe que luego asestaría en otras moradas el huracán Sandy, del plan de inmuebles a reponer se dispuso la entrega de 117 en ese primer año, y ejecutar anualmente 300 hasta el actual 2017, en que el cumplimiento de ese cronograma en estos días de diciembre resulta un incuestionable logro.

Vecinos de la llamada Playita y la conocida Cañada fueron los primeros beneficiados con las viviendas, que ante la imposibilidad de construirlas en esta zona sin ordenamiento y con alto riesgo en caso de desastres naturales, se ejecutaron en sitios microlocalizados lo más cercanos posibles, y sin afectar el programa de damnificados del ciclón, que paralelamente edificó más de 10 000. 

La inmediata demolición de las casas inhabitables posibilitó de conjunto acometer la canalización de cañadas y arroyos, la ampliación y dragado del canal del río Yarayó, y la ejecución de las inexistentes redes sanitarias del acueducto, el alcantarillado y el sifón, que al encauzar los residuales líquidos hacia el colector de la ciudad disminuye la contaminación de la bahía.

Eliminadas las vulnerabilidades que propiciaban inundaciones, Romero Saunder enumera también el mejoramiento o surgimiento de servicios como consultorios médicos, arreglo de bodegas, dos florerías, la reparación del foco cultural, una cremería, el combinado deportivo, una hamburguesera, y el restaurante El Avión, sobre un Yak-40 descontinuado.

Esa primera intervención, que incluyó además la instalación de más de 2 000 servicios telefónicos en hogares, y el mejoramiento en general de las redes eléctricas con cambio de postes, colocación de nuevas luminarias y la erradicación de tendederas, permitió emprender el camino hacia uno de los barrios más funcionales.

BIENVENIDA LA AVENIDA

Quiso la historia que como adelanto de la imagen arquitectónica esperada en San Pedrito, para enlazar de forma expedita esos dos símbolos que constituyen el cementerio patrimonial Santa Ifigenia y la Plaza de la Revolución Mayor General Antonio Maceo Grajales, surgió a mediados del 2015 la moderna Avenida Patria.

«Puede decirse –refiere Romero Saunder–, que con sus amplias sendas, áreas verdes en parterre y el separador central, grandes murales, luminarias led, semáforos y señalizaciones de tránsito, los sistemas eléctricos y telefónicos soterrados, y todas las casas remozadas, la importante y necesaria vía abre la bienvenida al reparto.

«Hay que considerar –precisa–, que no obstante, al correr canalizado por debajo de la Avenida de buena parte del río Yarayó, y requerir por ello un riguroso trabajo de drenaje y alcantarillado, el proyecto de 2,7 kilómetros de extensión respetó el 98 % del trazado de las calzadas de Yarayó y Crombet, y afectó escasas viviendas.

«Hubo dos lugares en que el giro no tenía otra opción que tocar algunas casas, y de mutuo acuerdo con los propietarios se hicieron ofertas de reubicación. Por condiciones inhabitables otros inmuebles fueron reconstruidos o los dueños prefirieron mudarse, y en los casos restantes todas las moradas fueron rehabilitadas».

Como ha sido y será una práctica del Estado cubano, tanto para las acciones de reubicación como las constructivas, han estado a disposición de las familias interesadas los créditos bancarios, subsidios, asistencia social en determinadas circunstancias, y otras facilidades de pago de los materiales y trámites correspondientes.

En opinión del ingeniero Ángel Armando Suárez Hernández, vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial y quien entonces –al frente de la Empresa de Supervisión y Control de Obras– siguiera en estos años el programa, más que una rehabilitación, la transformación marca pautas para similares urbanizaciones en el país. 

«Aquí –explica–, no podía hacerse otra cosa que desterrar las precariedades de la barriada, y ya con las condiciones citadas en esos espacios que quedaron libres se levantan edificaciones de dos, tres y hasta más niveles donde lo permita, con tecnología forsa y atractivo diseño de la Empresa de Proyectos No. 15.

«La vaguada donde estaba la Cañada era la peor parte del barrio, y tras la compactación van a surgir en el mismo lugar las cuatro manzanas más modernas, pero igual está pasando en torno a la Avenida Patria con los nuevos edificios, que aportarán cientos de apartamentos destinados a los damnificados del huracán Sandy.

«Todo será bajo el debido ordenamiento y empleando las nuevas tecnologías, mientras que las calles tradicionales como Antúnez, Caonao, Hatuey y Bacardí, recibirán la rehabilitación iniciada en esta última con conexiones de las casas al acueducto y el alcantarillado, contenes, aceras, luminarias, remozamiento de todos los inmuebles y pavimentación de la vía».

Respecto a la Playita, ubicada a la derecha del canal de Yarayó, Suárez Hernández señala que debido a encontrarse muy cerca de la costa, sufrirá siempre las penetraciones del mar, por lo cual se recreará con un parque temático cuyas áreas de estar, parque infantil y paseos, podrían inundarse y mantener su objeto al bajar las aguas.

En poco más del lustro transcurrido, el empeño ha contado con cientos de hombres y mujeres de la provincia y otros territorios, pertenecientes a empresas del Micons, la citada Proyecto No. 15, de Educación, Recursos Hidráulicos, Planificación Física, Servicios Comunales, Etecsa, Comercio y otros sectores.

Si bien es diario el chequeo por parte de la dirección política y administrativa de la provincia, sistemático es el control del Consejo de Estado y permanente la preocupación del General de Ejército Raúl Castro Ruz por la marcha del cronograma, cuyo cumplimiento ha sido asumido por los santiagueros como un compromiso moral.

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