Santiago de Cuba, 31 ago.— Todas las canciones conducen “Hasta Santiago a pié”. Sin embargo, la villa multicentenaria hoy se mueve en tren. Sin andenes ni rieles, un orgulloso maquinista traslada diariamente a más de 200 pasajeros a través de la ciudad.
18 plazas para admirar los principales
atractivos de la urbe monumental Desde la Alameda al Parque de los
Sueños: la concurrida Avenida Garzón, el entorno de Plaza de Marte, o la centenaria Trocha.
Para el niño Justin Ángel Puig su amplio recorrido es muy atractivo: “A mí me gusta el trencito porque es un tren muy rápido que te lleva a todos los lugares acompañado de la familia”.
A Yaíma Méndez también le parece una buena opción para el verano: “Y ojalá se mantenga por mucho tiempo porque va más directo a los lugares, y es más cómodo, más turístico”.
Para el niño Justin Ángel Puig su amplio recorrido es muy atractivo: “A mí me gusta el trencito porque es un tren muy rápido que te lleva a todos los lugares acompañado de la familia”.
A Yaíma Méndez también le parece una buena opción para el verano: “Y ojalá se mantenga por mucho tiempo porque va más directo a los lugares, y es más cómodo, más turístico”.
Pero en esta ciudad “ferroviaria”, cada estación ofrece peculiares opciones de trasbordo, según el destino de su preferencia. El Restaurante Ferro Pizza, en la zona del Paseo Marítimo, le invita a viajar por la gastronomía italiana; pero si prefiere un refrigerio, entonces visite la cafetería Santiago-Habana, en el Parque de los Sueños.
Para los tecnófilos, el Ciber Expreso promete horas de diversión, que otros también pueden encontrar entre los juguetes del Tren de los Sueños.
Estacionados, pero no detenidos, estos vagones que otrora conformaban el tren francés, son un producto de la ingeniería y la rehabilitación que hacen más atractivos los días estivales.
Lo cierto es que hoy los sueños viajan en tren por Santiago de Cuba, sus esqueletos de hierro, desafían al óxido y la chatarra para echar a andar la imaginación.
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