Santiago de Cuba, 13 jun.— Primero fue Sandy, un huracán que dejó a la ciudad sin árboles, ni techos, ni servicio eléctrico, en solo una noche. Luego un incendio consumió parte de la belleza patrimonial de Las Enramadas. Sin embargo, esta llama ha alumbrado muchas otras madrugadas de trabajo en las que se revierten los estragos de la naturaleza: Santiago Arde.
No
solo el espacio turístico de la ciudad se beneficia. Una treintena de
obras se proyectan en cada poblado de Santiago de Cuba y otras
comunidades periféricas como Chicharrones, Van Van, Altamira, Los
Cangrejitos o los centros urbanos Abel Santamaría y José Martí.
Cada muro que se levanta es una respuesta. Planteamientos de más de una década se materializan codo a codo con rezagos de Sandy.
Los ejemplos son elocuentes: Boniato es el Consejo Popular más grande y densamente poblado de toda la provincia. Aquí se trabaja en una cremería, una nueva Tienda de Ropas y un Banco con servicio de cajeros automáticos. El cine Ayacucho, de El Cristo recupera su vitalidad a la que se añadirá una sala 3D.
Los vecinos de Micro III en el Centro Urbano Abel Santamaría encontrarán una tienda para expendio en divisas, mercado ideal y un nuevo comedor social, todo concentrado en este espacio polifuncional.
Quien llegue hasta El Caney encontrará ofertas deportivas y gastronómicas alrededor de esta glorieta que luce nuevamente su esplendor centenario. Aquí también se recuperan 10 bodegas, un consultorio médico, la Casa de Cultura, y el FrutiCaney.
Incluso donde solo se embellece una fachada, hay una profunda intención de convertir en centros de bienestar, comunidades anteriormente estigmatizadas por la marginalidad y la desidia.
Cada muro que se levanta es una respuesta. Planteamientos de más de una década se materializan codo a codo con rezagos de Sandy.
Los ejemplos son elocuentes: Boniato es el Consejo Popular más grande y densamente poblado de toda la provincia. Aquí se trabaja en una cremería, una nueva Tienda de Ropas y un Banco con servicio de cajeros automáticos. El cine Ayacucho, de El Cristo recupera su vitalidad a la que se añadirá una sala 3D.
Los vecinos de Micro III en el Centro Urbano Abel Santamaría encontrarán una tienda para expendio en divisas, mercado ideal y un nuevo comedor social, todo concentrado en este espacio polifuncional.
Quien llegue hasta El Caney encontrará ofertas deportivas y gastronómicas alrededor de esta glorieta que luce nuevamente su esplendor centenario. Aquí también se recuperan 10 bodegas, un consultorio médico, la Casa de Cultura, y el FrutiCaney.
Incluso donde solo se embellece una fachada, hay una profunda intención de convertir en centros de bienestar, comunidades anteriormente estigmatizadas por la marginalidad y la desidia.
Por eso, este proyecto ha encontrado eco en la participación popular. Las jornadas de esfuerzo se hacen más gratas con la caldosa o el café de los vecinos y todo se organiza para no interrumpir las obras a pesar de la inestabilidad en el suministro de materiales.
Santiago Arde es la fórmula para deshacer los reveses. Su nombre resume el sentir de una ciudad que cuenta con la pasión de su pueblo para ser cada día un poco más bella.
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