Plaza de la revolución

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jueves, 5 de enero de 2017

Aniversario 56 del asesinato de Conrado Benítez


Por Armando Fernández Martí

Santiago de Cuba, 5 ene.— “No pueden matarme si yo solo soy el maestro”, así le dijo Conrado Benítez al agente de la Seguridad Cubana Reinerio Perdomo, infiltrado en la banda de Osvaldo Ramírez, en el Escambray, cuando le propuso al joven maestro la noche del 5 de enero de 1961 escapar del campamento de los bandidos ubicado en la Finca Las Tinajitas, en la zona de San Ambrosio, en Trinidad.

Lo que no sabía Conrado era que el carnet que lo identificaba como Maestro Voluntario al servicio de la Revolución, fue suficiente para que los alzados contrarrevolucionarios al servicio de la CIA lo condenaran a muerte, tras hacerlo prisionero el día antes en la Escuela de Pitajonas, donde Benítez daba clases a 44 niños en el horario diurno e igual número de adultos en el nocturno.

Según contó después uno de los integrantes de esa banda capturado, el jefe de la misma Osvaldo Ramírez le propuso al maestro: “Si te unes a nosotros te perdonamos la vida”, a lo que el joven educador le respondió que ante todo él era revolucionario, lo que enfureció más al bandido y ordenó su ahorcamiento inmediato, junto al campesino Eleodoro Rodríguez, también simpatizante de la Revolución y beneficiado con la Ley de Reforma Agraria, que se encontraba en poder de los forajidos.

Tanto Conrado como Eleodoro fueron amarrados con sogas por el cuello y arrastrados hasta debajo de un árbol y allí ahorcados, mientras los integrantes de la banda le daban palos y pinchaban con cuchillos lo que continuaron hasta después de muertos los dos revolucionarios.

La muerte de Conrado Benítez, de solo 18 años de edad, aquel 5 de enero de 1961 causó indignación entre los cubanos y lejos de intimidar al pueblo, más bien el ejemplo del joven se multiplicó por miles, pues más de 10 MIL adolescentes y jóvenes integraron la Brigada de Alfabetizadores que enarboló su nombre por todo el país, para llevar la luz de la enseñanza a cerca de UN MILLÓN de analfabetos que existían en Cuba por entonces.

Además se incorporaron a la gran Campaña Nacional de Alfabetización en 1961 en los campos y ciudades otros 34 MIL 772 maestros y profesores voluntarios, más de 13 MIL brigadistas Patria o Muerte del movimiento obrero y otras fuerzas que contribuyeron a que Cuba se declarara Territorio Libre de Analfabetismo en poco menos de un año, a pesar de que durante esta hermosa batalla otros 12 educadores, colaboradores y brigadistas también fueron asesinados por la contrarrevolución.

56 años después de su asesinato el maestro voluntario Conrado Benítez está presente en la gran obra educacional de la Revolución. Recordémosle entonces a la manera del poeta: “Quien te mató el presente/ ¿Cómo matar creyó que iba el futuro?/ tu sangre es más profunda que el olvido”

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