Plaza de la revolución

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viernes, 9 de septiembre de 2016

Asesinato de Inti Peredo, sobreviviente de la Quebrada del Yuro


Por Armando Fernández Martí

En la madrugada del 9 de septiembre de 1969, más de 150 efectivos policiales de Ciudad de la Paz, en Bolivia, rodearon la casa marcada con el número 584 en la calle Santa Cruz, iniciándose un cruento combate contra el hombre más peligroso de ese país, cuyo nombre era Guido Álvaro Peredo Leigue, apodado Inti, que en la lengua quechua significa sal.

Dicen que ese combate se extendió por más de una hora y que solo pudo terminar, cuando las esquirlas de una granada hirieron a Inti, inutilizándole un brazo y una pierna. Fue capturado vivo, pero inconsciente. Cuentan que posteriormente, Guido Álvaro Peredo fue torturado salvajemente para que delatara a sus compañeros, y al no hacerlo, un sicario trató de matarle a culatazos y un médico infame, olvidando su juramento ético, lo remató con una inyección letal.

Ese mismo día, los esbirros presentaron a la prensa el cadáver de Inti, visiblemente torturado, argumentando que había muerto en combate y exhibiéndolo como un trofeo.

De esa forma, terminó la vida de aquel revolucionario que dos años atrás había sobrevivido al combate de la Quebrada del Yuro y que al conocer de la muerte del Che en La Higuera, juró proseguir la lucha reorganizando al Ejército de Liberación.

En una proclama al pueblo dijo entonces: "…hemos perdido una batalla, pero la guerra continúa porque los que luchamos junto al Che no aceptamos la rendición"

Guido Álvaro Peredo Leigue se había incorporado al grupo del Che, el 27 de noviembre de 1966, tras un breve período de entrenamiento en Cuba y de haber cooperado con el Ejército Guerrillero del Pueblo en Argentina, y con revolucionarios peruanos que pretendieron establecer un frente guerrillero en su país.

En la guerrilla boliviana el Che nombró a Inti, comisario político del grupo y en más de 80 ocasiones, el Guerrillero Heroico lo mencionó en su diario, calificándolo de muy bueno y de ser ejemplo, a pesar de su endeble constitución física, pues Guido era de mediana estatura y muy delgado.

Hoy, al cumplirse el aniversario 47 de su muerte recordémosle con estas palabras que fueran dichas por su compañero de lucha en la guerrilla boliviana, Harry Villegas, Pombo: "Inti mantuvo la firmeza revolucionaria, le fe en la victoria y el entusiasmo combativo de un verdadero comunista"

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