Por Claudia González CatalánSantiago de Cuba, 29 ene.— El Parque Céspedes perdió su habitual soledad de paseantes distraídos. Ahora huele a mar. La cercanía de estos seres oceánicos invita y sorprende. Desafían con sus colores el gris de escaso invierno en Santiago de Cuba.
Cuarenta
instantáneas de gran formato integran la exposición "La última
frontera". Las fotografías, tomadas en aguas cubanas, gran parte de
ellas en el parque nacional Jardines de la Reina, reflejan el nivel de
conservación del patrimonio cultural y natural subacuático en los
ecosistemas marinos cubanos.El Dr.C Nicasio Viñas, científico e investigador, afirmó refiriéndose a esta iniciativa: "No solamente son necesarias las medidas de conservación y las leyes que regulan el uso de los ecosistemas. También es
necesario
que el pueblo llegue a conocer que estamos frente al mar, que somos un
país con costas y que nuestro fondo es algo que tenemos que conservar.
No solamente en cuanto a la fauna y la flora, sino también a los pecios
de hundimientos que están en nuestra plataforma y que constituyen un
patrimonio cultural nuestro".Noel López, Daniel Pérez y Jesús Vicente González, tres fotógrafos cubanos y el norteamericano Ian James Shive, componen la muestra, parte del proyecto Naturaleza Secreta, producido por los estudios Mundo Latino.
Después de su exhibición en Ciudad de La Habana, llegan hasta el corazón de la villa santiaguera. Lugar de encuentros de bohemios y trasnochadores en las últimas noches sísmicas que hoy convoca con un motivo diferente. Revelar lo que habitualmente está más allá de la última frontera de nuestros sentidos.
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