Plaza de la revolución

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viernes, 24 de julio de 2015

Antonio Maceo y la fecha del 26 de Julio


Antonio Maceo y la fecha del 26 de Julio      Por Armando Fernández Martí

Santiago de Cuba, 24 jul.— La revolución cubana, la fecha del 26 de julio, Día de la Santa Ana, y los carnavales de Santiago de Cuba, tienen otro antecedente en nuestra historia poco conocido que no fue el asalto al cuartel Moncada por los jóvenes de la Generación del Centenario, encabezados por Fidel Castro.

Resulta que por estos días de julio, pero de 1890, se encontraba de visita en Santiago de Cuba, después de casi 21 años de ausencia de su ciudad natal, el Mayor General del Ejército Libertador, Antonio Maceo Grajales, aprovechando el permiso que las autoridades españolas le habían otorgado para regresar a Cuba en febrero de ese año.

Pero esta visita del Titán de Bronce a Santiago de Cuba no fue desaprovechada por él, para reunirse clandestinamente con un grupo de patriotas, antiguos compañeros de combate, para proyectar algunas acciones para reiniciar la lucha independentista contra los colonialistas españoles, interrumpida en 1879 por la deshonrosa Paz del Zanjón.

La fecha escogida para esa reunión de revolucionarios fue la del 26 de julio de 1890, en un domicilio de la populosa calle Martí, una de las áreas fundamentales del carnaval, aprovechando que era sábado día de la Santa Ana, donde los festejos suben de temperatura y es mayor el jolgorio de los que van a disfrutar trago, música y parranda, por lo que la entrada y salida de personas al lugar no se echaba a ver.

A esta reunión con el Mayor General Antonio Maceo asistieron entre otros, Guillermón Moncada, Flor Crombet, Quintín Banderas, Leyte Vidal y Sánchez Echevarría. El principal acuerdo tomado fue levantar en armas a Santiago de Cuba el 8 de septiembre de ese mismo año 1890, atacar fortalezas y cuarteles y una vez la ciudad en manos de los insurrectos, esperar una expedición con armas que se preparaba en Cayo Hueso, que desembarcaría por el puerto santiaguero al mando de Máximo Gómez, que sería el jefe supremo de la revolución.

Este plan sin embargo, no pudo concretarse porque enterado el Gobernador General de la isla, Camilo Polavieja de las actividades conspirativas del Titán de Bronce ordenó su expulsión de Cuba, la cual fue comunicada al Héroe de Baraguá el sábado 29 de agosto de 1890, debiendo partir al siguiente día con su esposa María Cabrales en barco con destino a Nueva York, sin permitírsele tener contacto con ningún compatriota.

Ese 26 de Julio quedó frustrado un intento más de los revolucionarios cubanos en favor de la independencia de la patria, tampoco lo sería 62 años después el 26 de julio de MIL 953, pero ambos quedaron como ejemplo que el primero de enero de 1959 tuvo su merecida recompensa.

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