Plaza de la revolución

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viernes, 21 de septiembre de 2012

Recuerdan el Aniversario 54 del Congreso Campesino en Armas

Autor : Caridad Franco Vega

En el corazón de la Sierra Cristal, en Mayarí Arriba está  “la Soledad” un poblado que se animaba únicamente con la valla de gallos y un salón de baile. En estas las montañas de Segundo Frente Oriental Frank País, el entonces Comandante Raúl Castro, presidió el 21 de septiembre de 1958, el Congreso Campesino en Armas.

Esa noche no se bailó en sus salones, ese día caras rebeldes y barbudos colmaron el lugar.

La labor de preparación siempre estuvo acompañada por el quehacer político, imprescindible, en la consolidación de una verdadera revolución como la que se gestaba en Cuba. Este fue un elemento imprescindible para garantizar la unidad del campesinado y el apoyo incondicional al Ejército Rebelde en la zona.

Dentro de la guerra se preparó el evento manteniendo siempre un carácter democrático, los delegados se seleccionaron en asambleas masivas de campesinas y campesinos en todas las zonas liberadas y en algunas zonas no liberadas.

Sobre los preparativos, Raúl expresó, que ni los bombardeos de la tiranía impidieron la masividad y lucidez del congreso.

Como era un sitio festivo no fue extraño que acudieran multitudes. 221 delegados participaron, liderados por Raúl, también estuvo Vilma Espín y José Ramírez Cruz. A las 11 de la mañana comenzó la discusión que se extendió hasta la 7 de la noche.

El campesinado entendió las razones de la lucha y allí se analizó un informe sobre las actividades desarrolladas hasta la fecha por el Comité regional y los problemas fundamentales de los campesinos en el país, el documento expresaba la necesidad de que se diera un cambio que condujera a una Reforma Agraria, además se hizo un llamado a la unidad y al apoyo al Ejército Rebelde. Después se procedió a la elección de los miembros del Comité Regional Agrario. Esto demuestra que el campesinado estaba dispuesto a defender sus derechos al precio que fuera necesario.

Apenas 10 meses después, Fidel firmaba La ley de Reforma Agraria, ante la agradecida mirada de cientos de personas.

Soledad de Mayarí es parte de la historia de la revolución cubana y un poblado evidentemente acompañado.  

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