Por Mariano Aldana Villalón
Santiago de Cuba, 12 dic.— Con la llegada del último mes del año, crecieron las expectativas en la familia azucarera de esta provincia. Como nunca antes los cuatro centrales santiagueros en su incorporación escalonada tienen la responsabilidad de la cambiar la historia negativa que hoy se arrastra desde la zafra 2015–2016.
Más que un imperativo para los azucareros, este desafío se convierte en una gran necesidad. El país así lo exige para levantar de una vez y por toda esta importante actividad productiva.
Prácticamente desde que se dio el pitazo de arrancada en la provincia el 7 de diciembre por el siempre eficiente “Paquito Rosales” del municipio San Luis, se respiró un aire de victoria en todos los agroindustriales sanluiseros.
Luego le siguió los pasos el Julio Antonio Mella, del municipio homónimo de igual nombre. En este coloso santiaguero –produce crudo y refino- se experimentó igual ambiente y hace pocas horas se sumó el palmero “Dos Ríos”, con resultados muy eficientes en sus primeras horas de molida.
En esta propia semana, los azucareros del contramaestrense “América Libre” activarán todos los eslabones de la compleja cadena productiva para dar su decisivo aporte en la llamada zafra chica que termina el venidero 31 de diciembre.
En cada uno de ellos se adelantó el calendario de arrancada, hecho que evidenció el buen trabajo que se hizo en fábricas, equipos de corte, alza y tiro, centro de acopio y transporte automotor y ferroviario.
En la llamada zafra chica los cuatro centrales santiagueros tienen la alta responsabilidad de fabricar alrededor de cuatro mil 600 toneladas del endulzante. Como es lógico para lograr esta primera etapa productiva, la entrega de cada uno de los 10 033 obreros del sector será muy determinante.
El programa cañero-azucarero se preparó como una sola unidad la cual deberá tributar incrementos en la producción de cañas y en los rendimientos agrícolas con la finalidad de que la industria entregue todo su potencial en la extracción de la sacarosa.
Hay que significar que ante tamaño empeño, será muy necesario implementar estrategias inteligentes para hacer frente a los períodos lluviosos y de secas, con miras a disminuir los efectos negativos en las producciones de azúcar.
Llegó el momento de la verdad, si somos capaces de trabajar como espera la dirección del país, los cuatro centrales santiagueros tienen el imperativo de marcar el despegue que todos deseamos en la zafra azucarera “Aniversario 60 del Triunfo de la Revolución”.
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