Santiago de Cuba, 20 nov.— Hay que caminar a lo más alto de las colinas de Tercer Frente para encontrar un tesoro inusual en el resto de la geografía santiaguera. Es aquí, en convivencia armoniosa con el café, que se encuentran las plantaciones más grandes de cacao de toda la provincia.
Alfredo Reyes ha estudiado las potencialidades que tienen sus dominios para el cultivo de este fruto. Como técnico agrícola conoce que el trópico es ideal para el cacao y que las condiciones climáticas de las montañas juegan un rol esencial en sus empeños cacaoteros. A pesar de ser productor de café apostó también por el intercalamiento con estas plantas y hoy ya muestra resultados tangibles. Cuando de septiembre a diciembre las cosechas coinciden, Alfredo, como otros productores tiene resuelta la estrategia.
“Lo primero que se hace es darle un pase de recogida al cacao. Una vez que no hay frutos maduros en árbol puedes cómodamente seguir recogiendo café que el cacao tendrá tiempo de seguir madurando. No es una recogida diaria y por eso pueden acometerse las dos cosechas a la vez. Es cuestión de planificación”, dice Reyes Sánchez.
Tales empeños le han permitido a este productor acopiar 70 quintales de cacao en este año, 15 más que en periodos anteriores. Es la Empresa Agroforestal Tercer Frente la rectora de esta actividad que va convirtiendo al municipio en el más productor de cacao en Santiago de Cuba.
“En estos momentos estamos trabajando en un programa de desarrollo cacaotero hasta el 2030. Hoy estamos produciendo 3000 quintales pulpa pero las aspiraciones son llegar a 7000 quintales que es el record productivo que existió en estas montañas en el año 1997. También invertimos en una planta de beneficio que estará a plena capacidad en el próximo año”, dice Ángel Mendoza Fernández, Director de la Empresa Agroforestal III Frente.
El despunte productivo tiene una razón que apuntala el incremento. El pago de más de 390 pesos por quintal de cacao es la motivación fundamental de los productores, según explica Ángel Mendoza Fernández.
Con el programa trazado los productores de café siguen incrementando cada vez más las áreas de cultivo de cacao. Saben que es una buena apuesta porque rendirá excelentes frutos para la provincia y la economía individual aunque para ello, tengan que seguir subiendo a lo más alto de las colinas santiagueras.
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