Plaza de la revolución

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jueves, 30 de agosto de 2018

Nuevos brazos dispuestos a salvar vidas

Por Rosalina Tamayo Arañó

Palma Soriano, Santiago de Cuba, 30 ago.— “A partir de los 18 años si eres una persona sana puedes donar sangre”, me afirma Margarita Rodríguez Martinez, responsable de aseguramiento de la calidad del banco de sangre palmero y enseguida acota, “necesitamos  brazos jóvenes que se sumen a este noble gesto que de manera anónima salva vidas”.

Palma Soriano debe realizar cada mes 400 donaciones voluntarias de sangre, lo que no es una fácil encomienda según nos dice Alina Pérez Gómez, directora del banco de sangre, “es sistemática la labor de promoción que realizamos nosotros explicando el valor que tiene una donación de sangre, pero es vital para que se sumen nuevos donantes a la labor de los Comités de Defensa de la Revolución que los convoca, los atiende y estimula. Hemos cumplido con la cifra en lo que va de año”.

En el mes se planifican varios bancos de sangre móviles que van a centros de amplia concentración de trabajadores y a los barrios, uno de ellos fue realizado en los consultorios 8 y 9  del médico de la familia del área de salud  “Victoria de Girón”, en el Consejo Popular Oscar Lucero.

Allí pudimos conversar con Nelsi Montes de Oca Kindelán, una ama de casa que cada 4 meses extiende su brazo, quien dice “estoy orgullosa de tener más de 60 donaciones y de que mi esposo y mi hijo también sean donantes, esto es algo no hace ningún daño a nuestra salud, todo lo contrario llevamos un control sistemático porque cada vez que donamos nos hacen análisis para que garantizar la calidad de la sangre y de esta manera conocemos cómo está nuestra salud”.

Luis Enrique Beltrán es referente para las nuevas generaciones, nos comenta que está donando desde 1989 y que lo seguirá haciendo mientras la salud se lo permita.

El personal del consultorio del médico de la familia es promotor principal de esta tarea y reconocen que deben seguir atrayendo a más jóvenes y que se deben ampliar las formas de estimulación porque realmente es incalculable el valor de una donación sabiendo que con ella  una vida puede ser salvada.   

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