Plaza de la revolución

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lunes, 7 de mayo de 2018

José María Heredia, el más grande poeta de su tiempo

Por Armando Fernández Martí

Santiago de Cuba, 7 may.— Hace 179 años, el 7 de mayo de 1839, minado por la tuberculosis y desterrado de su tierra natal dejó de existir en Méjico, a la edad de 35 años, José María Heredia y Heredia, quien a decir de José Martí fue “el más grande poeta de su tiempo en América”.

Como expresara también nuestro apóstol: “Donde son más altas las palmas en Cuba nació Heredia en la infatigable Santiago”. Hijo de padres dominicanos vino al mundo el 31 de diciembre de 1873, en la casa marcada con el número seis, en la calle conocida entonces por Catedral Alta y que hoy lleva el nombre del poeta.

Heredia fue un niño pródigo al que sus padres estimularon la inteligencia natural. Solo vivió en Santiago de Cuba tres años. De pequeño marchó con sus padres a La Florida, luego residió en Venezuela, República Dominicana, Méjico y Estados Unidos.

En 1817 José María Heredia regresa a Cuba donde recibe el título de Bachiller en Leyes en la Universidad de La Habana. En Matanzas se gradúa en Derecho y ejerce también como periodista y crítico en la capital cubana, así como en la Atenas de Cuba, Estados Unidos y Méjico.

Los tiempos revolucionarios le llegan a Heredia en Matanzas donde se ve implicado en la conspiración de los rayos y soles de Bolívar, viéndose precisado a huir de Cuba a bordo de una embarcación norteamericana, que lo trasladó a Boston en 1823, aunque no resistía el clima frio de ese estado norteamericano.

A pesar de haber vivido solo 35 años el genio poético de José María Heredia y Heredia lo hizo alcanzar renombre en su tiempo. Su verbo poético era romántico, y él mismo, quizás el más romántico de su tiempo. No se puede mencionar su nombre sin pensar en su Oda al Niágara, al Himno de Desterrado y muchas otras obras que prestigiaron el habla castellana.

Heredia sentía añoranza por su isla natal y por ello pidió permiso al gobernador español en Cuba para visitar a su familia, permaneciendo por dos meses en el país lo que fue criticado por muchos, incluidos sus amigos. Retornó a Méjico donde en Cuernavaca se desempeñaba como Secretario del Tribunal Supremo, y donde le nació su hija Julia.

El 30 de abril de 1839 José María Heredia abandona el diario del gobierno de la República Mejicana. Siete días después el 7 de mayo, fallece a causa de la tuberculosis. Fue ese, sin duda, un doloroso momento para la cultura cubana e hispanoamericana.

Al cumplirse hoy el aniversario 179 de la muerte de José María Heredia y Heredia recordémosle con estas palabras dichas por José Martí para honrarlo: “Nuestro Heredia no tiene que temer al tiempo: su poesía perdura, grandiosa, eminente (…) el primer poeta de América es Heredia”.

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