Es deber y honor defender lo conquistado

Por Caridad Franco Vega

Santiago de Cuba, 18 abr.— Ciento 132 años han transcurrido de los sucesos que dieron origen a la celebración del primero de Mayo como día del trabajo, cuando sindicalistas estadounidenses fueron masacrados en la revuelta de Haymarket en Chicago, Estados Unidos, por participar en huelgas por la consecución de la jornada laboral de ocho horas.

Aquel pasaje trágico sigue siendo recordatorio de que las causas justas merecen cualquier sacrificio.

En este convulso siglo 21 continúa siendo válido el empeño de los trabajadores en reclamo de sus reivindicaciones.

El contexto cubano sin dudas es favorable para la clase obrera hay derechos respetados y haberes conquistados.

Pero también tiene que existir compromiso, conciencia productiva, deber y lealtad a un proyecto social que proclama el precepto martiano de que la ley primera de nuestra república es el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre”.

Este primero de Mayo de 2018 los santiagueros volvemos a las plazas y espacios públicos para afirmar la voluntad de trabajar por el desarrollo eficiente de nuestro modelo económico, y por hacerlo sostenible.

Es deber y honor defender lo conquistado: la soberanía de la nación que gestaron mambises, clandestinos, rebeldes barbudos y hombres de pueblo que la nutren hoy con inteligencia y visión de futuro.