Plaza de la revolución

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miércoles, 15 de noviembre de 2017

Último combate librado por la guerrilla del Che en Bolivia

Por Armando Fernández Martí

Santiago de Cuba, 15 nov.— El 15 de noviembre de 1967, hace hoy 50 años, la guerrilla del Che en Bolivia libró su último combate frontal contra las fuerzas del régimen dictatorial de ese país suramericano, con el cual concluía una de las más hermosas y altruistas gestas de la Latinoamérica por la conquista de su segunda independencia.

Este último combate en el que participaron  10 combatientes se libró a los 39 días exactos del enfrentamiento del Destacamento Internacionalista del Che en la Quebrada del Yuro, el 8 de octubre de 1967, donde fuera hecho prisionero y posteriormente asesinado en la localidad de La Higuera el Comandante Ernesto Guevara.

Esos 10 sobrevivientes de combate del Yuro tuvieron que enfrentar durante 39 días una feroz persecución, burlar múltiples cercos y embocadas, hasta que el 15 de noviembre de 1997 fue inevitable un enfrentamiento que se produjo cerca del poblado de Mataral donde fue gravemente herido de un disparo en la columna vertebral el boliviano Julio Luis Méndez, El Ñato, quien exigió valientemente a sus compañeros que lo ejecutaran para no caer prisionero en cumplimiento de un acuerdo tomado por ellos.

Los 9 guerrilleros restantes lograron escapar nuevamente de este enfrentamiento con los militares bolivianos, encontrándose entre ellos los tres únicos cubanos que sobrevivieron a esta nueva epopeya liberadora Latinoamericana, Harry Villegas, Pombo; Leonardo Tamayo, Urbano y Daniel Alarcón Ramírez, Benigno.

La gesta boliviana se había iniciado el 7 de noviembre de 1966 con la llegada del Che al Campamento de Ñancahuazú. El primer combate fue librado por la guerrilla el 23 de marzo de 1967 y el último el 15 de noviembre de ese mismo año. Este destacamento internacionalista lo integraron 16 cubanos, 13 de los cuales murieron durante la lucha de poco más de un año.

Los tres cubanos sobrevivientes fueron sacados de Bolivia hacia Chile por un comando de revolucionario bolivianos dirigidos por Inti Peredo Leigue, en un riesgoso operativo a finales de diciembre de 1967 y que tras varias semanas de travesía clandestina de unos MIL kilómetros, llegó al lugar fronterizo con el territorio chileno llamado Caminas el 22 de febrero de 1968 donde los esperaba Beatriz, la hija del senador Salvador Allende. Poco después regresarían a Cuba.

Sin embargo, puede decirse  que la nueva epopeya por la liberación de América Latina no terminó con ese último combate, ni fue un fracaso, porque los frutos del ejemplo que sembraron el Che y sus hombres se recogen hoy en la propia Bolivia y otros países de América Latina, que ya transitan por su segunda independencia indeteniblemente y marchan bajo la consigna ¡Hasta la Victoria Siempre!

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