Plaza de la revolución

Plaza de la revolución
Plaza de la revolución

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Memorial Vilma Espín: la historia viva de la ejemplar cubana

Por Marlene Montoya Maza

Santiago de Cuba, 6 sep.— El Museo Memorial Vilma Espín Guillois, inaugurado el siete de abril del 2010 en Santiago de Cuba, en el aniversario 80 del natalicio de la destacada revolucionaria, cuenta en la ciudad que la vio nacer y crecer su vida y obra, bien intensas.

Muestran las seis salas la trayectoria de luchadora en la Sierra y el Llano y su entrega a las tareas de la Revolución luego del Primero de Enero, en particular como fundadora y presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).
  
Durante el recorrido, los visitantes se acercan a su niñez, estudios en la Universidad de Oriente, donde egresó como Ingeniera Química Industrial, y su incorporación a las luchas en la clandestinidad.
  
Su integración al II Frente Oriental Frank País García, a partir de 1958, su boda con el jefe de ese núcleo guerrillero, Raúl Castro Ruz, y la formación de la familia Castro Espín, donde supo conjugar sus cualidades de madre, esposa y dirigente son otros detalles de su existencia allí expuestos.
  
También están las condecoraciones recibidas, imágenes de la conmoción del pueblo por su desaparición física el 18 de junio del 2007 y la vigencia de su pensamiento, siempre dirigido a defender a las féminas.
  
En el inmueble de la calle San Jerónimo, número 273, vivió Vilma desde los nueve años hasta el triunfo en 1959. Allí creció y se formó como revolucionaria.
  
La apertura del memorial fue de gran emotividad, con versos y canciones que evocaron la dimensión humana, artística y como luchadora, de esmerada educación, con afición a las artes y al deporte en su etapa estudiantil y un arraigado sentimiento patriótico.
  
Su casa, incluso, fue centro de conspiración política y más tarde sirvió de Cuartel General del Movimiento 26 de Julio, que tuvo como jefe de acción y sabotaje a Frank País García, su entrañable amigo y compañero de ideas.
  
Hace siete años, cuando abrió el Museo Memorial, el Maestro Frank Fernández interpretó al piano Las cuatro nanas a sus hijos, escuchadas en la dulce y fuerte voz de Vilma, y estrenó la pieza Cielito lindo, del mexicano Quirino Mendoza, también en su voz.
  
Fue una tarde inolvidable y muy emotiva para quienes estuvieron en el lugar, rindiendo homenaje a la ejemplar cubana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario