Plaza de la revolución

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jueves, 16 de febrero de 2017

Teresa Melo: Una mujer común que encontró su palabra

Por Adis López González y Camilo Sigas Puente

Santiago de Cuba, 16 feb.— Teresa Melo es una excelente escritora. No lo dudamos ni por un instante. Cuando decidimos entrevistarla, era lo que veíamos: una exitosa profesional. Leerla, conversar con ella, mirar a sus ojos nos demostró, es aún mejor ser humano.

Teresa es una mujer común, disfruta caminar por su ciudad y beber la espiritualidad que emana en cada historia diaria. Ella siente el triunfo del amigo como propio, cree en el amor, la amistad y la familia, encuentra en la palabra la expresión idónea para ser consecuente con sus ideas y fieles a los que ama.

P: Hemos leído una de sus obras: “El mundo de Daniela”. Pareciera lo escribe una niña. Y sabemos, que en su vida personal hay un gato, y plantas, como en el poemario. ¿Hay una pequeña niña en Teresa?

T: “El mundo de Daniela”, es diferente a cualquier otro libro que haya escrito. Lo pensé para explicarle desde su voz de niña. En aquel momento Daniela tenía sólo tres años, tenía muchas interrogantes, propias de la edad y quería preguntarlo todo.

"Lejos de cualquier frase manida, su nacimiento cambió mi percepción acerca de muchas cosas y me volvió a acercar a la poesía, de la que estuve distanciada, por decirlo de alguna manera, desde que falleció mi padre. Así que mientras jugaba con ella imaginaba formas de decirle algo en poesía, como una manera comprensible de regalarle palabras, canciones…. Ella me devolvió la capacidad de decir mediante la poesía, luego de mucho tiempo sin poder escribir algo.

Me sigue gustando mucho el libro, en sus dos ediciones, y con él gané gente buena que se sabe los poemas. Debe ser además, porque sí, tengo aún algo de niña, me gustan los juguetes y los juegos, los libros de cuentos, las flores, los animales, los caracoles y, sobre todo, tener amigos. Entre ellos, como parte de mi familia, incluyo a mi gato Musi y a mis plantas".

P: ¿Qué lleva a Teresa Melo, Licenciada en Filosofía, a dedicarse a escribir?

T: He comentado otras veces que a la gente le extraña que una Licenciada en Filosofía escriba poesía o viceversa, que una poeta haya elegido esa carrera. Sin embargo; a mi juicio, esta es una de las especialidades más completas que existen dadas las asignaturas que la componen. Desde las terribles altas matemáticas, pasando por las historias, tuve además excelentes profesores como Dubouche, estética, ética, en fin, una manera de ejercer el pensamiento organizado que en mi caso, me ayudó a ampliar mi espectro humano y mis preocupaciones, porque de eso se trata mi poesía: de los seres humanos"

P: Usted es de las pocas escritoras del oriente del país que haya recibido el Premio Nicolás Guillén. ¿Cree que el llamado fatalismo geográfico, incida en el éxito de los escritores de provincias?

T: El llamado fatalismo geográfico incide naturalmente, porque una tierra como la nuestra se encuentra bien alejada del principal centro cultural, por lo general, coincidente en todo país con su capital. Sin embargo; incide pero no determina y ahí están para demostrarlo una serie de premios importantes obtenidos por escritores que no viven en La Habana. Creo que, actualmente, cada provincia tiene la libertad y posibilidad para realizar inteligentes promociones de sus libros y de autores. En lo personal, confieso que cuando supe que me había ganado el "Guillén", me sorprendí y me asusté, pero no por ser santiaguera, o sea, del llamado interior, sino por la lista impresionante de grandes escritores cubanos que participaban.

P: ¿Qué representa para usted, estar al frente del Encuentro de Poetas del Caribe, durante cada edición de la Fiesta del Fuego?

T: Coordinar el Encuentro de Poetas del Caribe y el Mundo, que se realiza como uno de los eventos del Festival del Caribe, es algo que me apasiona. Implica un trabajo grande, además de inmensa responsabilidad, pues así lo quiso Jesús Coss Cause.

Está caracterizado por la diversidad de su espacio, abierto y policromático. Más allá de la calidad o no de los poetas que asisten, lo más importante para mí es la pasión por la palabra propia y del otro durante los encuentros, en ello radica parte de su ganancia, que es siempre el conocimiento de otros modos de abrazar, de ejercer el respeto y la calidez hacia la sensibilidad de los demás. Es un espacio para expresarse, un derecho que tenemos todos, sin distinción ni discriminación, entre escritores de diversas culturas. Nadie es dueño absoluto de la palabra escrita y desde los más sencillos modos de expresión, con un poco de humildad, podemos descubrir la riqueza individual en las palabras de cada poeta. Aprendo cada día, incluso cuando comparto mis conocimientos.

P: En 1971, el Líder de la Revolución Cubana afirmó: "la cultura forma parte de la educación, las mejores obras culturales, las mejores creaciones artísticas del hombre y de la humanidad forman parte de la educación". ¿Hay alguna relación, entre este planteamiento, sus sentimientos hacia Fidel y la Casa Cultural que creó en su comunidad?

T: Recientemente, dije en una entrevista a la Televisión Cubana, que soy fidelista. Gracias a Fidel, cada provincia posee su editorial, gracias a Fidel, La Feria del Libro es todo un acontecimiento cultural, que dejó de ser exclusivo de la capital cubana para viajar a todas las provincias del país. Él reconoció que la mayor revolución dentro de la propia Revolución Cubana había que realizarla desde la cultura. Así que el conocimiento es mejor cuando se comparte, y aportar a la educación y a  la cultura es más que un deber, una necesidad personal que me brinda mucha satisfacción. Cuando llegué al reparto “30 de noviembre” no existía ninguna opción cultural ni recreativa para la comunidad. Sentí la necesidad de compartir, no sólo el espacio físico de mi casa, si no, además mi pasión por la lectura, mi especial amor por los niños y vi en La Casa Cultural la oportunidad de propiciar sano esparcimiento, para algunos el primer acercamiento a la lectura, y a otras manifestaciones de las artes, también.

Realmente disfruto organizando espacios para otros escritores o artistas, porque los pienso como los quisiera para mí; o escribiendo sobre ellos, o cuando estoy en eventos de literatura donde puedo escuchar a los más jóvenes. Siento que puedo ayudar a impulsar los sueños de otros y los asumo como propios. Así lo hizo Fidel.

P: Se ha desempeñado en importantes cargos, en el sector de la cultura, ha sido merecedora de significativos premios y reconocimientos. ¿Qué futuro avizora usted para la cultura en la provincia?

T: El tiempo ha demostrado y el conocimiento de otros movimientos culturales del mundo, que la cultura cubana, como me gusta decir, es una esplendente demostración de autenticidad, sin olvidar que cada parte de ese todo que es Cuba, forma la gran cultura identitaria que somos.

Lezama Lima, apelaba para ello al concepto de ruptura y continuidad, ello ha permitido que hoy, por ejemplo, sigan convivientes y actuantes todas las generaciones culturales activas de nuestro país, sin olvidar el substrato de nuestros antecesores que son las riquezas que nos sostienen.

Es imposible fragmentar esa herencia, recordando, por cierto, que una cosa es la cultura como resultado de los procesos creativos del artista e intelectual cubano, y otra, la labor que deben desempeñar las estructuras institucionales que existen, justamente porque existimos nosotros: los creadores.

P: Por lo que sabemos de usted y hemos leído, la percibimos como alguien con una riqueza espiritual muy amplia, como si varias Teresa confluyeran en una: Teresa y su familia, Teresa y lo que escribe y Teresa como ser humano. ¿Cómo espera la perciban sus lectores?

T: Teresa Melo es siempre una. Cuando me presentan en algún lugar, con una lista de premios y medallas, siempre digo: no, Teresa Melo, mamá de Daniela, amiga de mis amigos. Es una manera de que la gente entienda que la misma que escribe y gana premios, y presenta libros, y ven en la televisión, es la que admira tanto el trabajo de otros, y se alegra de sus éxitos, y ve la pelota, y se emociona escuchando la Conga de Los Hoyos, y ama las plantas, los gatos, los niños y tantas cosas hermosas que el mundo ve.

Mis lectores, que sé que los tengo, creo que perciben el tipo de ser humano que está detrás de la palabra, porque yo soy eso: una mujer común que encontró su palabra para acercarse a los demás.

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