Por Noris Rosado Figueredo
Santiago de Cuba, 6 jul.— Era el año 1953, y en la Escuela Normal para Maestros de Oriente, un día como hoy, Frank País García, recibía su título de maestro, profesión que supo llevar a cabalidad, por sus cualidades.
Santiago de Cuba, 6 jul.— Era el año 1953, y en la Escuela Normal para Maestros de Oriente, un día como hoy, Frank País García, recibía su título de maestro, profesión que supo llevar a cabalidad, por sus cualidades.
La guerrillera del llano y la Sierra,
Vilma Espín, en su libro “Inolvidable Frank”, hizo una extraordinaria
valoración de su amigo y compañero de la lucha clandestina y
escribió: “…Frank, maestro de profunda raíz martiana y ricos recursos pedagógicos nacidos del genuino contenido patriótico en todo cuanto impartía, el amor con que enseñaba, los valores morales, los principios en los que educaba a los niños, los vínculos de amistad y respeto mutuo que estableció con sus alumnos, dejó en ellos honda huella, recuerdo inolvidable.”
De Frank País, el joven que cayó luchando, en desigual combate, frente a los soldados de la tiranía de Batista, tenemos mucho que decir. Su muerte, el 30 de julio de 1957, estremeció al pueblo de Cuba, por su arrojo, su valor y el rol jugado, como jefe de acción y sabotaje en la lucha clandestina, así como por su apoyo a Fidel en la Sierra Maestra.
También Armando Hart Dávalos expresó sobre Frank País: “Sí sé que para él las palabras disciplina, organización, civismo, libertad tenían un valor sagrado, conjugándose en su mente y en su acción, guardando un magnífico equilibrio… en él hicieron síntesis todas las virtudes revolucionarias.”
escribió: “…Frank, maestro de profunda raíz martiana y ricos recursos pedagógicos nacidos del genuino contenido patriótico en todo cuanto impartía, el amor con que enseñaba, los valores morales, los principios en los que educaba a los niños, los vínculos de amistad y respeto mutuo que estableció con sus alumnos, dejó en ellos honda huella, recuerdo inolvidable.”
De Frank País, el joven que cayó luchando, en desigual combate, frente a los soldados de la tiranía de Batista, tenemos mucho que decir. Su muerte, el 30 de julio de 1957, estremeció al pueblo de Cuba, por su arrojo, su valor y el rol jugado, como jefe de acción y sabotaje en la lucha clandestina, así como por su apoyo a Fidel en la Sierra Maestra.
También Armando Hart Dávalos expresó sobre Frank País: “Sí sé que para él las palabras disciplina, organización, civismo, libertad tenían un valor sagrado, conjugándose en su mente y en su acción, guardando un magnífico equilibrio… en él hicieron síntesis todas las virtudes revolucionarias.”
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