Por Yulia Nela González BazánSantiago de Cuba, 4 mar.— Desde hace ya mucho tiempo el mosquito Aedes aegypti fue declarado enemigo de la raza humana, a causa de las mortales enfermedades que puede llegar a transmitir.
La
fiebre amarilla, el dengue, el chikungunya, todos bien conocidos ya por
la población cubana que ha tenido que padecer sus efectos en diferentes
épocas.Hoy un nuevo virus, de Zika, amenaza la tranquilidad de nuestro pueblo y nuevamente el Aedes es el transmisor. Por ello desde hace varios días la campaña antivectorial se agudiza en
aras de eliminar al molesto vector.Las autoridades de salud pública, las organizaciones de masas y las Fuerzas Armadas Revolucionarias se unen para de manera organizada realizar el saneamiento tanto intradomiciliario como en las áreas exteriores de las viviendas.
Entonces
toca a cada cubano abrir su puerta a los fumigadores para que no queden
viviendas sin recibir el tratamiento adulticida, para de este modo no
dejar brechas al pequeño gran enemigo.Ya está el virus de Zika en nuestro país, según se ha informado por los medios de comunicación masiva, por ello la
amenaza de propagación es cada vez mayor. En tal sentido se adoptan las medidas para la rápida detección de los enfermos y su consecuente aislamiento y tratamiento.
Queda a cada cubano la tarea de cumplir con las medidas de higiene necesarias para dar al traste con la eliminación del mosquito transmisor, y de este modo cerrarle las puertas al virus de Zika pues esta nueva batalla contra el Aedes es la batalla por la vida.
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