Por Mariano Aldana Villalón
Santiago de Cuba, 18 dic.— En la Salada de Baire, tierra limítrofe de la provincia Santiago de Cuba con la hermana de Granma, tiene la familia Osoria Galán su finca “La Candelaria”, que por años ha dado el sustento a sus 25 descendientes.
Santiago de Cuba, 18 dic.— En la Salada de Baire, tierra limítrofe de la provincia Santiago de Cuba con la hermana de Granma, tiene la familia Osoria Galán su finca “La Candelaria”, que por años ha dado el sustento a sus 25 descendientes.
Inicialmente el viejo de ese clan,
Emilio Samuel Osoria Montero, siendo muy joven llevó las riendas de todo
lo que se hacía en la finca.
Pero en la medida que iba creciendo la familia y los muchachos lo hacían también se multiplicaron los brazos para enfrentar las labores de la tierra en unas 7 hectáreas..
De esta manera "La Candelaria" prosperaba por años, a tal punto que se convirtió en referente para otras familias de esa geografía santiaguera.
Cuenta el viejo Emilio –celebra sus 83 primaveras- que todo lo que aprendió dentro del surco se lo trasmitió a sus cuatro hijos. "Hace ya un poco de años que las tareas de la finca están en manos del primogénito Samuel que se ha encargado de mantener el buen paso de La Candelaria".
Con el otorgamiento por el Decreto Ley 300 de unas 6.64 hectáreas, la familia Osoria Galán se ha dedicado a impulsar el cultivo de tabaco, sin desatender la producción de alimentos para que a la familia no le falte nada.
Las últimas campañas tabacaleras han venido a corroborar lo acertado de la idea de fomentar con éxito la aromática hoja. Comentaba Samuel que vive su sexta década que las ganancias se incrementan por año en este joven cultivo.
Los que conocen a la familia Osoria Galán aseguran que sus miembros hacen fáciles las tareas difíciles por el amor con que se entregan al trabajo los 365 días del año.
Pero en la medida que iba creciendo la familia y los muchachos lo hacían también se multiplicaron los brazos para enfrentar las labores de la tierra en unas 7 hectáreas..
De esta manera "La Candelaria" prosperaba por años, a tal punto que se convirtió en referente para otras familias de esa geografía santiaguera.
Cuenta el viejo Emilio –celebra sus 83 primaveras- que todo lo que aprendió dentro del surco se lo trasmitió a sus cuatro hijos. "Hace ya un poco de años que las tareas de la finca están en manos del primogénito Samuel que se ha encargado de mantener el buen paso de La Candelaria".
Con el otorgamiento por el Decreto Ley 300 de unas 6.64 hectáreas, la familia Osoria Galán se ha dedicado a impulsar el cultivo de tabaco, sin desatender la producción de alimentos para que a la familia no le falte nada.
Las últimas campañas tabacaleras han venido a corroborar lo acertado de la idea de fomentar con éxito la aromática hoja. Comentaba Samuel que vive su sexta década que las ganancias se incrementan por año en este joven cultivo.
Los que conocen a la familia Osoria Galán aseguran que sus miembros hacen fáciles las tareas difíciles por el amor con que se entregan al trabajo los 365 días del año.
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