Plaza de la revolución

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domingo, 12 de julio de 2015

Natalicio Mariana Grajales, madre de todos los cubanos


Natalicio Mariana Grajales, madre de todos los cubanosPor Armando Fernández Martí      

Santiago de Cuba, 12 jul.— Hace 200 años, el 12 de julio de 1815, nació en Santiago de Cuba Mariana Grajales Cuello y todavía hoy se le recuerda con respeto y cariño porque ella es como la medre de todos los cubanos, o lo que es decir: la madre de la patria.

De su vientre pródigo nacieron trece vástagos que sus pechos amamantaron, como una leona a sus cachorros y ninguno le defraudó cuando un día, comenzada la guerra, les hizo jurar ante un crucifijo: Libertar la patria o morir por ella.

Mariana misma, ya con 60 años, se fue a la manigua redentora y allí vio a sus hijos luchar como bravos leones. Cuando un día le trajeron a Antonio moribundo y con el color de la muerte encima, no permitió en el campamento que las mujeres llorasen y fritó: “¡Fuera, fuera faldas de aquí! ¡No aguanto lágrimas!”

Fueron muchos los dolores que Mariana tuvo que soportar durante los diez años de la primera guerra de independencia, y no fueron dolores físicos sino del alma, porque vio morir a su esposo y a tres de sus hijos, y ante el cadáver de uno de ellos, le dijo al más pequeño: “La patria es la madre de todos. Un hijo debe sustituir a otros”, y lo mandó a ocupar su puesto en el campamento.

Al terminarse la guerra, Mariana Grajales marchó al exilio en Jamaica junto a su hijo Antonio. Allí le llegaría la muerte el 27 de noviembre de 1893 con 85 años de edad.

José Martí, conmovido por la muerte de Mariana, en carta al Titán de Bronce Antonio Maceo le dice: “Ya que no pudo morir en su tierra amada, ese oficio continuo por la idea que ella amó es el mejor homenaje a su memoria”

En Costa Rica, Antonio Maceo se enteró de la muerte de la madre y con profundo dolor escribió a Martí: “Ella me honra con su memoria de virtuosa matrona, y confirma y aumenta en mí el deber de combatir por el ideal que era el altar de su consagración divina en este mundo”

Ese ideal de Mariana Grajales Cuello no era más que el de ver a Cuba independiente, ideal que un día se hizo realidad, para que los cubanos de hoy podamos rendirle el merecido homenaje con una patria que es y será por siempre libre y soberana.

Nadie mejor que ella lo merece.

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