Santiago de Cuba, 2 jul.— El 2 de julio de 1960 hace hoy 55 años, con el propósito de ahogar a la economía cubana y derrocar la Revolución, el Senado de Estados Unidos aprobó una enmienda a la Ley Azucarera de ese país, que facultaba al entonces Presidente de D. Eisenhower, para rebajar la cuota de ese producto que tenía asignada la Isla para vender en el mercado norteamericano.
Hay que tener en cuenta que todavía en
el año 1960, la economía cubana dependía casi en su totalidad de la
producción azucarera, por cuya importación la Isla recibía la mayoría de
sus ingresos en divisas, importaciones que por supuesto, buena parte
iba a parar a Estados Unidos.
De ahí que apoyándose en esa enmienda aprobada por el Senado, el propio 2 de julio el mandatario norteamericano ordenó la suspensión de 700 MIL toneladas de azúcar de la cuota que la Isla debía suministrar al mercado estadounidense hasta la terminación de la zafra de ese año.
Esa enmienda llamada también Ley Puñal para Cuba, constituyó una desvergonzada violación de la Carta de la OEA, donde se establecía, la no utilización por los estados miembros de medidas coercitivas de carácter económico para forzar la voluntad soberana de otro estado.
No obstante a eso, otra proclama presidencial de diciembre de 1960, emitida por el gobierno norteamericano prescindía de la cuota azucarera fijada para el primer trimestre de 1961 y en marzo de ese mismo año, liquidó totalmente las importaciones de azúcar cubano, quitándole a la Isla caribeña su principal entrada de divisas.
Por esos mismos días, en una concentración popular en Artemisa, el Comandante en Jefe Fidel Castro señaló: “En ese intento de irnos quitando la cuota libra por libra, les iremos quitando central por central, y les iremos quitando centavo a centavo hasta la última inversión norteamericana en Cuba”
A finales de ese mismo mes de julio de 1960 el Gobierno Revolucionario de Cuba nacionalizó los centrales azucareros Chaparra, Delicias, y Merceditas, tres de los mayores del país, cuyos propietarios eran norteamericanos. Asimismo entre agosto y septiembre de ese propio año nacionalizaba todas las propiedades estadounidenses radicadas en Cuba, cumpliéndose así la máxima: “Ojo por ojo y diente por diente”
De ahí que apoyándose en esa enmienda aprobada por el Senado, el propio 2 de julio el mandatario norteamericano ordenó la suspensión de 700 MIL toneladas de azúcar de la cuota que la Isla debía suministrar al mercado estadounidense hasta la terminación de la zafra de ese año.
Esa enmienda llamada también Ley Puñal para Cuba, constituyó una desvergonzada violación de la Carta de la OEA, donde se establecía, la no utilización por los estados miembros de medidas coercitivas de carácter económico para forzar la voluntad soberana de otro estado.
No obstante a eso, otra proclama presidencial de diciembre de 1960, emitida por el gobierno norteamericano prescindía de la cuota azucarera fijada para el primer trimestre de 1961 y en marzo de ese mismo año, liquidó totalmente las importaciones de azúcar cubano, quitándole a la Isla caribeña su principal entrada de divisas.
Por esos mismos días, en una concentración popular en Artemisa, el Comandante en Jefe Fidel Castro señaló: “En ese intento de irnos quitando la cuota libra por libra, les iremos quitando central por central, y les iremos quitando centavo a centavo hasta la última inversión norteamericana en Cuba”
A finales de ese mismo mes de julio de 1960 el Gobierno Revolucionario de Cuba nacionalizó los centrales azucareros Chaparra, Delicias, y Merceditas, tres de los mayores del país, cuyos propietarios eran norteamericanos. Asimismo entre agosto y septiembre de ese propio año nacionalizaba todas las propiedades estadounidenses radicadas en Cuba, cumpliéndose así la máxima: “Ojo por ojo y diente por diente”
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