Por Brita Garcia Alberteris
Santiago
de Cuba, 4 jul.— La casa marcada con el número 61 del Reparto Agüero
tiene en si la historia de un excelente triplista santiaguero. Hasta esa
barriada de Santiago de Cuba nos acercamos para declarar a la familia
panamericana con la anuencia de los vecinos, fieles colaboradores
durante la niñez y la juventud de Pedro Pablo Pichardo.
Otro de los exponentes que por primera
vez participa en las lídes panamericanas es el gimnasta Manrique
Larduet. Un racimo de medallas seguras para su pueblo y familia.
Muy
próximo radica el luchador Javier Cortina, en el barrio de Los Olmos,
familia igualmente identificada con los resultados que pueden alcanzar
los atletas santiagueros.
Varias estirpes locales reciben ya la distinción que los acredita como Familia Panamericana en su edición diecisiete.
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