Por Noris Rosado Figueredo18 jun.— Hace 8 años, el 18 de junio de 2008, dejó de existir Vilma Espín Guillois, la eterna presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas, FMC, pero permanece en el recuerdo del pueblo que tanto la amó por su valor y por lo que representó para las féminas de Cuba y del mundo.
Al decir del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, aunque esperada, la noticia nos golpeó a todos.
Vilma fue la amiga y leal compañera de Frank País, con quien cooperó en los preparativos del Levantamiento Armado de Santiago de Cuba, el 30 de noviembre de 1956, en apoyo al desembarco de los expedicionarios del Yate Granma, así como en otras acciones de la lucha clandestina.
En ella está presente la incansable combatiente de su Santiago querido y la guerrillera capaz, en las montañas del II Frente Oriental.
Fue ella, la incansable luchadora por el derecho a la igualdad social de la mujer cubana, para la transformación de la nueva sociedad que se inició en enero de 1959, con el triunfo de la Revolución.
Con claridad meridiana, fundó la FMC, organización que agrupó a las mujeres y les enseñó que eran capaces de llevar adelante la Revolución y, que junto a los hombres, son el motor impulsor de la economía del país y de todas las esferas de la sociedad.
Al decir de Fidel, en sus reflexiones, hace 8 años, "…los deberes revolucionarios y su inmenso trabajo nunca le impidieron a Vilma cumplir sus responsabilidades como compañera leal y madre de numerosos hijos."
Vilma fue una mujer caracterizada por la honradez y la honestidad, libre de prejuicios. Por su integridad como ejemplo de mujer y cubana seguirá siendo la Eterna Presidenta de la FMC, comprometida con la Patria y la Revolución.
Vilma fue la amiga y leal compañera de Frank País, con quien cooperó en los preparativos del Levantamiento Armado de Santiago de Cuba, el 30 de noviembre de 1956, en apoyo al desembarco de los expedicionarios del Yate Granma, así como en otras acciones de la lucha clandestina.
En ella está presente la incansable combatiente de su Santiago querido y la guerrillera capaz, en las montañas del II Frente Oriental.
Fue ella, la incansable luchadora por el derecho a la igualdad social de la mujer cubana, para la transformación de la nueva sociedad que se inició en enero de 1959, con el triunfo de la Revolución.
Con claridad meridiana, fundó la FMC, organización que agrupó a las mujeres y les enseñó que eran capaces de llevar adelante la Revolución y, que junto a los hombres, son el motor impulsor de la economía del país y de todas las esferas de la sociedad.
Al decir de Fidel, en sus reflexiones, hace 8 años, "…los deberes revolucionarios y su inmenso trabajo nunca le impidieron a Vilma cumplir sus responsabilidades como compañera leal y madre de numerosos hijos."
Vilma fue una mujer caracterizada por la honradez y la honestidad, libre de prejuicios. Por su integridad como ejemplo de mujer y cubana seguirá siendo la Eterna Presidenta de la FMC, comprometida con la Patria y la Revolución.
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