Texto y Foto Kenia Tabares RoblesSantiago de Cuba, 20 jun.— Apenas restan días para el advenimiento de los 500 años de la séptima villa cubana, y en toda la geografía santiaguera se visualiza el agitado palpitar de miles de corazones.
No importa si el calor sofoca, si la
lluvia se resiste a caer o la tierra desprende un vapor asfixiante,
muchas manos dejan sus huellas en instituciones culturales, de la salud,
la gastronomía y los servicios.
El
ya cercano 25 de julio, requiere de todo esfuerzo. Ya sea en la
construcción de obras como El Parque de los Sueños o el malecón
santiaguero, en el resane y pintura de fachadas de las principales
arterias de urbe, la pavimentación de las calles y la carretera
turística, o en la restauración de emblemáticos inmuebles del Casco
Histórico de la Ciudad.
Todos somos el 500 de esta tierra calurosa. El tema recurrente en las paradas de los ómnibus, en las habituales colas de los comercios y hasta en cada centro laboral es el medio milenio de la villa Santiago de Cuba. Trabajos voluntarios los fines de semana para apoyar el avance de las obras, vecinos ayudando ya sea con buchito de café o un vaso de agua a los obreros, son gestos que agradece de antemano la ciudad.
Será difícil concluir todo lo previsto para la fecha señalada, pero seguirá el mismo espíritu emprendedor para que la urbe más caribeña de Cuba muestre su aire señorial.
La
siembra de especies resistentes a la sequía, la limpieza de las calles y
el embellecimiento de los parques son acciones que continuadamente
ejecuta el movimiento “Por una ciudad más bella, higiénica, ordenada y
disciplina”.
Resta entonces que cada cual desde su propia casa, comunidad o centro de trabajo apoye con el cuidado y conservación de todo cuanto se ha hecho y se hace, porque es para el beneficio de todos.
Nos esperan días mucho más intensos. Siempre queremos que la casa brille en cada celebración, y a los santiagueros nos sobran razones para festejar. El Festival del Caribe, Fiesta del Fuego, los carnavales, el aniversario 62 del asalto a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes y el medio milenio de nuestra ciudad.
El 500 aglutina muchas razones para el festejo, y no cabe duda, que se ha ganado con esfuerzo.
El
ya cercano 25 de julio, requiere de todo esfuerzo. Ya sea en la
construcción de obras como El Parque de los Sueños o el malecón
santiaguero, en el resane y pintura de fachadas de las principales
arterias de urbe, la pavimentación de las calles y la carretera
turística, o en la restauración de emblemáticos inmuebles del Casco
Histórico de la Ciudad.Todos somos el 500 de esta tierra calurosa. El tema recurrente en las paradas de los ómnibus, en las habituales colas de los comercios y hasta en cada centro laboral es el medio milenio de la villa Santiago de Cuba. Trabajos voluntarios los fines de semana para apoyar el avance de las obras, vecinos ayudando ya sea con buchito de café o un vaso de agua a los obreros, son gestos que agradece de antemano la ciudad.
Será difícil concluir todo lo previsto para la fecha señalada, pero seguirá el mismo espíritu emprendedor para que la urbe más caribeña de Cuba muestre su aire señorial.
La
siembra de especies resistentes a la sequía, la limpieza de las calles y
el embellecimiento de los parques son acciones que continuadamente
ejecuta el movimiento “Por una ciudad más bella, higiénica, ordenada y
disciplina”. Resta entonces que cada cual desde su propia casa, comunidad o centro de trabajo apoye con el cuidado y conservación de todo cuanto se ha hecho y se hace, porque es para el beneficio de todos.
Nos esperan días mucho más intensos. Siempre queremos que la casa brille en cada celebración, y a los santiagueros nos sobran razones para festejar. El Festival del Caribe, Fiesta del Fuego, los carnavales, el aniversario 62 del asalto a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes y el medio milenio de nuestra ciudad.
El 500 aglutina muchas razones para el festejo, y no cabe duda, que se ha ganado con esfuerzo.
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