Por Esperanza Castellanos Cabrejas
Santiago de Cuba, 25 oct.— Los indicios del cambio climático y sus efectos, como el aumento del nivel del mar, el derretimiento del hielo ártico en aproximadamente unos 287 mil millones metros cúbicos y la aparición de fenómenos meteorológicos extremos, se han intensificado desde el año 2015 hasta la fecha, según reportes de la organización meteorológica mundial (OMM).
Este 24 de octubre cuando en todo el mundo se celebró el día mundial de lucha contra el cambio climático, se insta por parte de varias organizaciones y fundaciones ambientales a preservar nuestro ecosistema para así, también garantizar la vida futura en el planeta.
El clima cada vez más cambia a un ritmo acelerado, el dióxido de carbono está contaminado tres veces más que hace sólo dos años, la temperatura de la tierra continua rompiendo los pronósticos y el nivel del mar sube de 3 a 4 milímetros por año poniendo en peligro la seguridad de miles de personas.
Lejos de ser una curiosidad científica, el cambio climático es un fenómeno global que afecta la estabilidad de la especie humana aunque ésta es la única capaz de frenar este desvarío. En tiempos donde el desarrollo industrial y tecnológico se convierte hoy en una pirámide invertida, los seres humanos le damos al planeta el toque por excelencia que manifiesta nuestra relación con la naturaleza: la contaminación ambiental.
Pensemos en un mundo con derechos ecológicos y empecemos por comparar los costos y beneficios del reciclaje de cada tipo residuos como botellas de vidrio, latas, tazas de café de plásticos en vasijas u objetos de materiales biodegradables.
Si en vez de malgastar el consumo energético aprovecháramos la luz solar y el metano que la basura produce para la generar electricidad nos permitiría disminuir los impuestos económicos al precio de una mayor calidad de vida.
Precisamente en aras de enfrentar el cambio climático en Cuba se implementa la Tarea Vida con el accionar de instituciones y organismos vinculados a las 11 tareas y cinco acciones de esta estrategia, la cual ayudará a disminuir los efectos del cambio climático en zonas puntuales del país.
En Santiago de Cuba las áreas priorizadas son la bahía y la carretera de Guamá, pero se realizan también acciones de educación ambiental correspondientes a las zonas aledañas. Además se brinda tratamiento especial a los manglares y al uso eficiente de la energía.
El planeta tierra reclama un accionar consciente de los siete mil millones de habitantes existentes en él. Hagamos entonces de este lugar nuestro sitio favorito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario